Joelvin Villarreal |
En la segunda entrega de este especial de LibresPensadoresDelZulia y el
movimiento político ideológico HACIA LIBERTAD, tal y como había adelantado al
finalizar la increíble e inspiradora historia de Rafael de Nogales Méndez, mi
nueva entrega trata sobre la vida de un nativo de mi tierra; Carlos Otto Meyer Baldó, nacido en la
tierra del sol amada en 1895.
Hijo de un empresario del café, Carlos se marcha de Maracaibo a la edad
de 13 años, con destino para el entonces Imperio
Alemán del Kaiser Guillerno II; donde culminarían sus estudios básicos e
intermedios. Como todo joven de la
época, se ve seducido por entrar al ejército luego de la declaratoria de guerra
entre las principales potencias del mundo en julio de 1914.
Para entender un poco la razón por la cual muchos jóvenes decidieron
enrolarse en el ejército alemán, además de la típica inocencia y búsqueda de
aventura juvenil, se debe comprender el contexto de esta guerra en sus inicios:
1.
El
mercantilismo dio origen al nacionalismo exacerbado, y con ello a su vez; al
conflicto bélico a gran escala. Por lo
tanto un sentimentalismo utópico conmovió a los jóvenes a luchar por su madre
patria.
2.
El
asesinato del Príncipe heredero al trono Austro-Húngaro, Francisco Fernando de Austria, causó una conmoción muy fuerte en el
mundo germano parlante, el cual; exigía justicia. Por este motivo, la sociedad germana en sí
misma, nunca se sintió como la agresora durante la gran guerra, si no que por
el contrario; se sintieron los agredidos en su honor.
Teniendo en cuenta lo anteriormente expuesto, podemos hacernos una idea
más o menos clara de las razones para que tantos como Carlos Meyer Baldó, a sus
15 años entraran a participar en el conflicto.
El marabino comienza su carrera militar en la escuela de caballería de
Wandbeck, donde previamente le habían rechazado por su origen latino;
argumentaría luego que su padre era alemán, y así fue como logró su permanencia
en el ejercito.
La guerra para el marabino comienza en la primera línea del frente
oriental en noviembre de 1914, allí se enfrenta a los ejércitos del Zar Nicolás II de Rusia – El padre de
la triste celebre Anastasia Románov-
donde sirvió como oficial en el Dragoner Regiment König Karl I von Rumänien
Nr.9 (Regimiento de Caballería Dragones Nr.9) hasta febrero de 1916. Luego su
regimiento fue transferido a Prusia,
específicamente a la región de Silesia donde recibe la Cruz Hanseática por valor demostrado en guerra.
La primera guerra mundial se caracterizó, entre tantas cosas, porque
durante el conflicto se hizo evidente que el enfrentamiento cara a cara en la
guerra había cambiado por las tácticas de combate moderno, la ametralladora;
obligó a cavar trincheras y a la desaparición de los regimientos de caballería.
Así fue como a mediados de 1916 Carlos
Meyer Baldó ingresa a la escuela de la recientemente creada academia del aire Luftstreitkräfte.
Para 1917 comenzaron a volar los primeros aparatos, construidos
primeramente como escuadrones de inteligencia y observación de las líneas
enemigas. El marabino regresa a las primeras líneas de guerra, pero esta vez,
en el frente occidental como piloto en el escuadrón de
reconocimiento de artillería Flieger Abteilung 201, las misiones que por esos
meses realizó le valieron una mención especial del comandante de la 15.ª
división de infantería y la Cruz de
Hierro de segunda clase.
¡Un maracucho volando con el
Barón Rojo!
Carlos Baldó y Manfred von Richthofen (1917) |
En junio de 1917 fue creada la aviación militar Alemana, por esos días
se encontraba nada más y nada menos que el mismísimo Manfred von Richthofen,
quien pasará a la historia universal reconocido como el mejor As de
combate de la primera guerra mundial “EL BARÓN ROJO”. Este último buscaba
reclutas entre los mejores pilotos para crear el escuadrón de combate Jagdstaffel Nr.11, así fue como se
conocieron el Marabino y el Barón rojo, quien lo asignaría a su nuevo puesto de
combate el cual ejerció desde julio de 1917.
El siguiente link contiene imágenes de película ineditas tomadas en 1917 donde se muestra al marabino Carlos Baldó junto al Barón rojo y el grupo Jasta 11, de fondo música de propaganda de guerra: https://www.youtube.com/watch?v=EEQNhqtgWQc
En su conjunto los escuadrones numero 4, el 11, el
10 y el 6 conformaron la unidad de aviación "El Circo Volante de Richthofen". Allí Carlos Meyer Baldó
formaba parte de los mejores pilotos militares del mundo, entre ellos los
hermanos Richthofen, Ernst Udet y
Hermann Göering. Este último mencionado, es
tristemente recordado por ser el ministro del aire de Adolfo Hitler durante la segunda guerra
mundial.
Carlos Baldó en 1917 |
Según los diarios de guerra, el marabino consigue su primera victoria en
el aire a los 22 años, sucedió durante la
segunda batalla de Ypres en julio de 1917, en la región belga de Flandern,
en esa oportunidad derribó a un avión ingles. Carlos Meyer Baldó uso para su
insignia personal, el dibujo de un perro babeante en señal desafiante a sus
enemigos, el cual estampó en su avión Fokker DV.II. Por su primer derribo se le
confirió la copa de honor al vencedor de los combates aéreos.
Asi quedó el avión del Barón Rojo |
Luego seguiría otro derribo en la misma zona de Ypres durante el mes de
agosto, pero al igual que a sus compañeros alemanes, la muerte del barón rojo
le marcaría grandemente. Von Richthofen fue derribado en
abril de 1918 a los 25 años.
El barón fue abatido en la mañana del 21 de abril de 1918 cerca del río somme, en el norte de Francia. Su récord fue de 80 aeroplanos derribados.
As Francés René Montrion |
El escuadrón en
donde estuvo asignado Carlos Meyer culminó la guerra con 350 derribos, fue el
más exitoso de la Luftstreitkräfte. En 1918 Carlos Meyer Baldó fue asignado
como instructor de nuevos pilotos en la Bélgica
ocupada, finalmente pasaría los últimos días de la guerra en Hamburgo cumpliendo
misiones de defensa y vigilancia a consecuencia de la revolución espartaquista que
estalla el 9 de noviembre de 1918, dos días después, el 11 de noviembre los
alemanes firman un armisticio con las potencias aliados poniendo fin a 4 años
de guerra y 10 millones de hombres muertos.
Carlos regresó a
Venezuela tiempo después de la guerra, su padre había muerto y el tuvo que
hacerse cargo del negocio familiar. A su
regreso hace buenas relaciones con la familia del benemérito Juan Vicente
Gómez, especialmente con Florencio
Gómez; hijo del dictador.
El marabino fue
clave para la fundación de la aviación militar venezolana junto a su amigo
Florencio Gómez, a quien le pidió ayuda para ingresar a la aviación venezolana.
El benemérito aprobó su ingreso y le envió a los estados unidos para que
actualizara sus conocimientos en aeronáutica.
A su nuevo regreso
al país, cumplió servicios en nuestra aviación como instructor y le fue
asignado el grado de teniente, mismo que obtuvo en Alemania durante la guerra.
Para Gómez el marabino solo servía como ejemplo para los jóvenes pilotos, nunca
le permitieron volar aviones de guerra nacionales.
Finalmente Carlos Meyer Baldó convenció a los Gómez para volar aviones
no militares. Su último vuelo ocurrió El 27 de noviembre de 1933 sobre los
cielos de Maracay a bordo de un biplano Stearman C-3B y acompañado por el
mecánico Héctor Arias, luego efectuó varias maniobras, el aparato no soportó
las piruetas del marabino deformándose el plano superior derecho de la aeronave
al punto de romperse una de sus alas. Carlos Meyer Baldó, nuestro héroe
marabino, murió trágicamente al caer a tierra donde actualmente hoy se encuentra la Avenida Las Delicias de
Maracay, Estado Aragua. Tenía 38 años y
no dejó hijos.
El gobierno de Hitler y su ministro de la aviación alemana, Hermann
Göering del partido Nazi, quien fue su “Kamerad” y último comandante en el
“Circo Volante”, delegó, una comisión a Venezuela presidida por el Barón Wilhem
von Birtner.
Los restos de Meyer descansan en el Cementerio General del Sur de
Caracas. Una calle de Caracas y el Teatro de la Base Aérea Rafael Urdaneta, en
Maracaibo, llevan su nombre. Un busto en su honor fue develado en el Museo
Aeronáutico de Maracay.
Nuevamente encontramos en Carlos Meyer Baldó las características propias de todo venezolano que en mi articulo anterior deje plasmadas. Con el segundo personaje que les he presentado, nuevamente insisto en rescatar nuestra memoria histórica, los venezolanos nunca hemos sido cobardes, espero que personajes como este, inspiren el necesario accionar para hacer los cambios necesarios en nuestra querida Venezuela.
Twitter @JoelvinRV
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