sábado, 5 de marzo de 2016

PARA DESPERTAR DEBEMOS RECORDAR QUIENES SOMOS (II): ASES DE GUERRA ¡UN MARACUCHO CON EL BARÓN ROJO!

Joelvin Villarreal
En la segunda entrega de este especial de LibresPensadoresDelZulia y el movimiento político ideológico HACIA LIBERTAD, tal y como había adelantado al finalizar la increíble e inspiradora historia de Rafael de Nogales Méndez, mi nueva entrega trata sobre la vida de un nativo de mi tierra; Carlos Otto Meyer Baldó, nacido en la tierra del sol amada en 1895.

Hijo de un empresario del café, Carlos se marcha de Maracaibo a la edad de 13 años, con destino para el entonces Imperio Alemán del Kaiser Guillerno II; donde culminarían sus estudios básicos e intermedios.  Como todo joven de la época, se ve seducido por entrar al ejército luego de la declaratoria de guerra entre las principales potencias del mundo en julio de 1914.

Para entender un poco la razón por la cual muchos jóvenes decidieron enrolarse en el ejército alemán, además de la típica inocencia y búsqueda de aventura juvenil, se debe comprender el contexto de esta guerra en sus inicios:

1.       El mercantilismo dio origen al nacionalismo exacerbado, y con ello a su vez; al conflicto bélico a gran escala.  Por lo tanto un sentimentalismo utópico conmovió a los jóvenes a luchar por su madre patria.
2.       El asesinato del Príncipe heredero al trono Austro-Húngaro, Francisco Fernando de Austria, causó una conmoción muy fuerte en el mundo germano parlante, el cual; exigía justicia.  Por este motivo, la sociedad germana en sí misma, nunca se sintió como la agresora durante la gran guerra, si no que por el contrario; se sintieron los agredidos en su honor.


Teniendo en cuenta lo anteriormente expuesto, podemos hacernos una idea más o menos clara de las razones para que tantos como Carlos Meyer Baldó, a sus 15 años entraran a participar en el conflicto.  El marabino comienza su carrera militar en la escuela de caballería de Wandbeck, donde previamente le habían rechazado por su origen latino; argumentaría luego que su padre era alemán, y así fue como logró su permanencia en el ejercito.

La guerra para el marabino comienza en la primera línea del frente oriental en noviembre de 1914, allí se enfrenta a los ejércitos del Zar Nicolás II de Rusia – El padre de la triste celebre Anastasia Románov- donde sirvió como oficial en el Dragoner Regiment König Karl I von Rumänien Nr.9 (Regimiento de Caballería Dragones Nr.9) hasta febrero de 1916. Luego su regimiento fue transferido a Prusia, específicamente a la región de Silesia donde recibe la Cruz Hanseática por valor demostrado en guerra.

La primera guerra mundial se caracterizó, entre tantas cosas, porque durante el conflicto se hizo evidente que el enfrentamiento cara a cara en la guerra había cambiado por las tácticas de combate moderno, la ametralladora; obligó a cavar trincheras y a la desaparición de los regimientos de caballería.  Así fue como a mediados de 1916 Carlos Meyer Baldó ingresa a la escuela de la recientemente creada academia del aire Luftstreitkräfte.

Para 1917 comenzaron a volar los primeros aparatos, construidos primeramente como escuadrones de inteligencia y observación de las líneas enemigas. El marabino regresa a las primeras líneas de guerra, pero esta vez, en el frente occidental como piloto en el escuadrón de reconocimiento de artillería Flieger Abteilung  201, las misiones que por esos meses realizó le valieron una mención especial del comandante de la 15.ª división de infantería y la Cruz de Hierro de segunda clase.

¡Un maracucho volando con el Barón Rojo!

Carlos Baldó y Manfred von Richthofen (1917)
En junio de 1917 fue creada la aviación militar Alemana, por esos días se encontraba nada más y nada menos que el mismísimo Manfred von Richthofen, quien pasará a la historia universal reconocido como el mejor As de combate  de la primera guerra mundial “EL BARÓN ROJO”. Este último buscaba reclutas entre los mejores pilotos para crear el escuadrón de combate Jagdstaffel Nr.11, así fue como se conocieron el Marabino y el Barón rojo, quien lo asignaría a su nuevo puesto de combate el cual ejerció desde julio de 1917.

El siguiente link contiene imágenes de película ineditas tomadas en 1917 donde se muestra al marabino Carlos Baldó junto al Barón rojo y el grupo Jasta 11, de fondo música de propaganda de guerra: https://www.youtube.com/watch?v=EEQNhqtgWQc 



En su conjunto los escuadrones numero 4, el 11, el 10 y el 6 conformaron la unidad de aviación "El Circo Volante de Richthofen". Allí Carlos Meyer Baldó formaba parte de los mejores pilotos militares del mundo, entre ellos los hermanos Richthofen, Ernst Udet y Hermann Göering. Este último mencionado, es  tristemente recordado por ser el ministro del aire de Adolfo Hitler durante la segunda guerra mundial.

Carlos Baldó en 1917
Según los diarios de guerra, el marabino consigue su primera victoria en el aire a los 22 años, sucedió durante la segunda batalla de Ypres en julio de 1917, en la región belga de Flandern, en esa oportunidad derribó a un avión ingles. Carlos Meyer Baldó uso para su insignia personal, el dibujo de un perro babeante en señal desafiante a sus enemigos, el cual estampó en su avión Fokker DV.II. Por su primer derribo se le confirió la copa de honor al vencedor de los combates aéreos.



Asi quedó el avión del Barón Rojo
Luego seguiría otro derribo en la misma zona de Ypres durante el mes de agosto, pero al igual que a sus compañeros alemanes, la muerte del barón rojo le marcaría grandemente. Von Richthofen fue derribado en abril de 1918 a los 25 años. 

El barón fue abatido en la mañana del 21 de abril  de 1918 cerca del río somme, en el norte de Francia. Su récord fue de 80 aeroplanos derribados.  

El 28 de junio de 1918 alcanzó su segunda victoria confirmada, en la zona conocida como Corcy, derriba al As francés René Montrion (de 11 victorias). Meyer hizo del Jasta 4 su escuadrón más exitoso, su tercer derribo ocurrió el 15 de julio ante un avión SPAD S.XIII. Francés. La cuarta victoria sería tres días después, el 18 de julio durante el inicio de la Segunda Batalla del Marne. Victoria que lo convierte oficialmente en un AS de caza tras haber derribado un Sopwith Camel. Contando un derribo compartido, el marabino consiguió un récord de 7 derribos durante la guerra.

As Francés René Montrion
El escuadrón en donde estuvo asignado Carlos Meyer culminó la guerra con 350 derribos, fue el más exitoso de la Luftstreitkräfte. En 1918 Carlos Meyer Baldó fue asignado como instructor de nuevos pilotos en la Bélgica ocupada, finalmente pasaría los últimos días de la guerra en Hamburgo cumpliendo misiones de defensa y vigilancia a consecuencia de la revolución espartaquista que estalla el 9 de noviembre de 1918, dos días después, el 11 de noviembre los alemanes firman un armisticio con las potencias aliados poniendo fin a 4 años de guerra y 10 millones de hombres muertos.

Carlos regresó a Venezuela tiempo después de la guerra, su padre había muerto y el tuvo que hacerse cargo del negocio familiar.  A su regreso hace buenas relaciones con la familia del benemérito Juan Vicente Gómez, especialmente con  Florencio Gómez; hijo del dictador.

El marabino fue clave para la fundación de la aviación militar venezolana junto a su amigo Florencio Gómez, a quien le pidió ayuda para ingresar a la aviación venezolana. El benemérito aprobó su ingreso y le envió a los estados unidos para que actualizara sus conocimientos en aeronáutica.
A su nuevo regreso al país, cumplió servicios en nuestra aviación como instructor y le fue asignado el grado de teniente, mismo que obtuvo en Alemania durante la guerra. Para Gómez el marabino solo servía como ejemplo para los jóvenes pilotos, nunca le permitieron volar aviones de guerra nacionales. 

Finalmente Carlos Meyer Baldó convenció a los Gómez para volar aviones no militares. Su último vuelo ocurrió El 27 de noviembre de 1933 sobre los cielos de Maracay a bordo de un biplano Stearman C-3B y acompañado por el mecánico Héctor Arias, luego efectuó varias maniobras, el aparato no soportó las piruetas del marabino deformándose el plano superior derecho de la aeronave al punto de romperse una de sus alas. Carlos Meyer Baldó, nuestro héroe marabino, murió trágicamente al caer a tierra donde actualmente hoy  se encuentra la Avenida Las Delicias de Maracay, Estado Aragua.  Tenía 38 años y no dejó hijos.


El gobierno de Hitler y su ministro de la aviación alemana, Hermann Göering del partido Nazi, quien fue su “Kamerad” y último comandante en el “Circo Volante”, delegó, una comisión a Venezuela presidida por el Barón Wilhem von Birtner.

Los restos de Meyer descansan en el Cementerio General del Sur de Caracas. Una calle de Caracas y el Teatro de la Base Aérea Rafael Urdaneta, en Maracaibo, llevan su nombre. Un busto en su honor fue develado en el Museo Aeronáutico de Maracay.

Nuevamente encontramos en Carlos Meyer Baldó las características propias de todo venezolano que en mi articulo anterior deje plasmadas.  Con el segundo personaje que les he presentado, nuevamente insisto en rescatar nuestra memoria histórica, los venezolanos nunca hemos sido cobardes, espero que personajes como este, inspiren el necesario accionar para hacer los cambios necesarios en nuestra querida Venezuela. 

Twitter @JoelvinRV

Instagram @JoelvinV 


Si apoyas estas ideas, y deseas ayudarnos a difundirlas, puedes colaborar con tu aporte donando a estas billeteras, cada aporte es importante y nos permite continuar trabajando en defensa de los valores que sustentan la propiedad, la vida y la libertad.

Atentamente el equipo de Libre Pensadores del Zulia.

Uphold  (para donaciones directas)

BITCOIN


ETHEREUM


LITECOIN


DASH




No hay comentarios:

Publicar un comentario