Francisco Finol, Politólogo. |
El
Songbun, es entre tantos, uno de los más grandes inventos del iluminado régimen
de Corea del Norte. Dicha palabra, “Songbun” traduce en español “origen” y es
el sistema de castas o estratificación social que creó y aplicó en Corea del
Norte desde 1957, su líder fundador y
patriarca Kim Il Sung, quien por otra parte debería ser
considerado un genio por semejante aporte a la humanidad.
Este
sistema Songbun, tiene varias peculiaridades, una de ellas, el hecho de que
clasifica a las personas según lo “fieles” que pueden ser al régimen
norcoreano. Pero lo más espeluznante no es eso, sino que es hereditario, o sea, si tú no has cometido
algún acto que le parezca sospechoso al régimen norcoreano (lo cual puede ser
ensuciar la imagen en el periódico de alguno de los líderes), igual puedes estar sujeto al castigo que
significa estar clasificado en alguna de las castas no favorecidas, y tus hijos,
que no hayan nacido, también estarán sujetos a dicha clasificación.
Según
lo expuesto en el libro “Marked for life” de Robert Collins, 2012, haré una breve explicación de
quiénes integran dichas castas, y sus implicaciones.
¿Quiénes
integran las castas?
Leales: son aquellas personas que el régimen
considera de fidelidad indiscutible, e inofensivas para sus intereses. Son
descendientes de veteranos de la guerra contra Japón (1910-1940) y con Corea
del Sur (1950-1953), campesinos, artistas, e intelectuales adeptos al régimen.
Representa el 28% de la población.
Vacilantes:
son los familiares de artesanos, pequeños comerciantes, repatriados desde China,
e intelectuales formados durante el dominio japonés. No son considerados
peligrosos, pero tampoco leales ya que sus antepasados no colaboraron
directamente con la causa revolucionaria. Representa el 45% de la población.
Hostiles:
es la casta más baja, incluyen a los
descendientes y familiares de los colaboracionistas con Japón y de los
opositores al fundador del régimen, Kim Il Sung. También figuran como
"hostiles" los familiares de personas huidas a Corea del Sur, de
empresarios, de personalidades religiosas y de otrora aristócratas. Representa
el 27% de la población.
El
Songbun, al cual sería un eufemismo llamar inhumano, les es explicado a los
niños de la siguiente manera:”Tomates, los cuales son rojos hasta la pulpa, son
considerados “Leales”, comunistas; las manzanas, las cuales solo tienen roja la
piel, son “Vacilantes”, y necesitan una mejora ideológica; y las uvas,
“Hostiles”, están completamente perdidas”.
¿Qué
implica pertenecer a cada una de las castas?
Exilio
interno: el gulag norcoreano. Por años, el régimen ha exiliado
sistemáticamente a millones de personas, a zonas montañosas aisladas en el
noreste del país. Aquí se han visto obligados a trabajos forzados, sujetos a
controles más estrictos, excluidos de los centros de población, y eliminados
como una potencial amenaza política. El régimen no solo ha aislado a su
población del mundo, convirtiendo al país en el “reino ermitaño”, sino que en
sí misma dentro de su territorio ha marginado de Pyonyang a todas las castas de
mal Songbun.
Empleo:
en el reino ermitaño, no eliges tu trabajo. El régimen lo hace por ti, y está
predispuesto por tu Songbun. Si perteneces a los “hostiles”, tendrás el trabajo
manual agotador, mientras que si perteneces a los “Leales”, podrías esperar una posición relativamente
cómoda en cuadros del partido, o en su
hipertrófica burocracia. No hay ningún elemento de meritocracia aquí y la
habilidad importa mucho menos.
Alimento: Corea del Norte, el reino ermitaño,
al ser un país aislado, tiene una economía autárquica muy precaria. Los
problemas que presenta en con la producción de alimento son enormes. El
alimento que se genera en las provincias es enviado a la capital para luego ser
repartido, y como has de sospechar el Songbun tiene mucho que ver, ya que se le
da mayor cantidad y calidad a los “leales” y a las otras castas quienes
normalmente producen, se les da lo que sobra, cuando sobra. En la década de los
90 hubo una crisis alimentaria en el país que terminó generando una hambruna en las provincias del noreste, hay
cifras que aseguran que hasta el 30% de la población de dichas provincias
murió.
Educación:
no es meritocrática, para qué si alguien más apto que tú lo puede decidir. Si
tus padres son “Leales”, entonces se te permite progresar. De lo contrario no
importa cuánto estudies, no vas a avanzar.
El sistema también se asegura que "las élites" estén juntas.
Los “leales”, irán a las mismas escuelas y universidades que sus pares. A las
personas con bajo Songbun, les son denegadas estas oportunidades.
Atención
médica: el sistema de salud pública del reino
ermitaño, en la actualidad es solo para los habitantes
élite de Pyongyang, el resto de la población debe acudir a remedios, o al
mercado negro para conseguir algún tipo de medicamentos.
Familia:
en el reino ermitaño, todos los miembros de la familia deben estar bajo la
sombra del partido, sin que ninguno de sus miembros se atreva a generar una
mancha en su expediente, porque le costaría el estatus a toda la familia.
Evidentemente, el Songbun es importante a la hora de conseguir pareja, ya que
es como una escalera al infierno, sólo se puede descender, es por ello que
nadie en su sano juicio se mezclaría con una casta inferior. Es normal en otras
culturas que la gente se case entre su misma clase, la particularidad es, que aquí
es un esquema artificial, impuesto por el régimen.
En
resumen, el Songbun institucionaliza la
dominación de la élite gobernante y sus descendientes sobre todos los otros
grupos de la sociedad, y como este sistema se ha implementado durante varias
décadas, los privilegios de la clase principal han crecido, mientras que los
otros han disminuido. Es un razonamiento natural pensar que, el hecho de que tu
familia pague por lo que tú haces es un ataque directo, por una parte, a
alguien temerario que no le importe poner en riesgo su propia vida, y por otra,
a aquellos que ven en huir una solución, como es el caso de Shin Dong-Hyuk, quien está siendo chantajeado con
videos de su padre pidiéndole que regrese.
Resulta
muy atemorizante cómo un régimen puede, más que intervenir, dirigir la vida de
su población de una manera tan férrea, casi total. La información proporcionada
en éste artículo parece sacada de la obra “1984” de George Orwell, donde la organización social es la
siguiente; el partido interior, el partido exterior y los proletarios y cuya
mecánica social y económica (privilegios, educación, trabajo, alimento, etc) es
tan similar que realmente asusta. También llama poderosamente la atención que
los regímenes comunistas, sobre todo este norcoreano, quienes son los
fundamentalistas del comunismo, dicen propugnar la “igualdad” y vemos los
resultados de la imposición por la fuerza de la igualdad: que unos parecen ser
más iguales que otros, como señalan los cerdos en “Rebelion en la Granja de Orwell.
Twitter @ffinolbalzan