Ricardo Valenzuela
La reumatoide Europa, flotando en el potaje de la bruja keynesiana, parece haber arribado a lo que Milton Friedman pronosticó en 1990 afirmando que la Unión y su Euro tendrían una vida máxima de 15 años. Y es que su verdadero problema ha sido no permitir que opere la creativa destrucción de los mercados de Shumpeter dejando la quimioterapia pendiente para fechas posteriores, pero recordemos: “There is no free lunch”, y a cada santo le llega su festejo.
¿Cómo se acerca México a esa fiesta?
En Noviembre de 1993 los mexicanos iniciábamos un desconocido vía crucis. Después que la mano divina ungiera a Luis Donaldo Colosio con la candidatura a la Presidencia de la Republica, por primera vez en nuestra revolucionaria historia emanaban agresivos borbotones de inconformidad en la otrora disciplinada familia tomando a todo mundo por sorpresa, pero en especial, al mismo ejecutor de el celestial dedazo—el Presidente.
Explotaba luego un volcán de pasiones políticas que pondría a prueba nuestras raquíticas instituciones, el poder omnipotente del mandatario, la frágil estructura económica que se pretendía reformar y, como corolario, con el tiro de gracia Diciembre nos servía una devaluación que le costaría al país más de 500,000 millones de dólares y le heredaba el FOBAPROA.
Moría un candidato y moría una época, pero lo grave era que el intestado difunto no dejaba instrucciones en un país en el cual la estructura total dependía de eso; de la línea. Entre empujones el dedo ahora ungía a un oscuro funcionario de las filas de las finanzas nacionales; Ernesto Zedillo. Lo que nunca imaginaron los conspiradores fue que, con sus actos de sabotaje, abrían el zaguán de los Pinos a la sedienta oposición. El Pacto de Calles presentaba profundas grietas y los priistas tradicionales, de “todos con el Presidente,” trotaban perdidos en una manada sin caponera.
La bitácora presidencial listaba el plan iniciado por Salinas con la tercera versión del Liberalismo. La primera fue de Juárez pero se corrompía cuando, aferrándose al poder, se transformó en una visceral persecución de la Iglesia. La segunda emergía con la firma de Porfirio Díaz, que se descompusiera al abrazar el positivismo de los Científicos. Salinas zarpaba con una tercera versión pero, para no dejar sentidos, le daba también su tono personal para convertirlo en el Neoliberalismo. Tratando de atender la economía se descuidaba la política y ambas sufrirían.
En Diciembre de 1994 Salinas entregaba el poder en medio de una grave crisis. Era claro que su gestión producía el destete de la familia revolucionaria, pero, para nuestra desgracia, con más de 70 años de retraso. Por ello, en lugar de presentar un desahije de becerros dos añeros listos para invadir los mercados mundiales en esta nueva globalización, mostraba una partida de novillones centenarios portando cornamentas que no les permitían abordar el tren de la modernidad. Ante tal dilema, esos prehistóricos cíbolos simplemente buscaron los copiosos mezquitales para amogotarse en los ramajes del partido esperando tiempos mejores.
Cuando Zedillo se aferraba al timón de un barco a punto de naufragar, los novillones celebraban su anticipada victoria y brevemente emergían de los mogotes ofreciendo su ayuda para retomar la ruta revolucionaria. Nunca imaginaron que Zedillo crecería a nivel de estadista enfrentando los problemas con galanura. Los liberales formados en las filas del priismo, eran ahora los apestados y con histeria renegaban de su filiación. Zedillo nivelaba el barco para al final de su ruta anclarlo en puerto seguro y, dejando el timón, confesaba su filiación liberal.
El mando de la nave recaía en el nuevo Rey de la mercadotecnia quien, con un guión de primera, seducía a esa avalancha de votantes desesperados por el cambio. Vicente Fox era elegido en histórico acto y la noche de su victoria, el pueblo embriagado de esperanza le gritaba: “No nos falles Vicente.” Los escasos liberales en las filas del PRI, se retiraban luego de una humillante derrota cuando presentaran un insípido candidato de presencia e ideas nebulosas—.
Pero de inmediato el ruidoso Capitán mostrando una insospechada tibieza, provocaba serias confusiones en los escenarios nacionales y mundiales. Los cambios prometidos nunca se dieron y ya nadie apuesta se den en una segunda administración azulada, ya maneada y empalmada por Don Beltrone. Los panistas de pedigrí no encuentran cómo justificar este fracaso. Los más fieles se consuelan enviando recordatorios de las pasadas barrabasadas del PRI, para luego invitar a conformarse con lo mediocre novedoso para no regresar a lo malo conocido.
El PAN de Clouthier en el poder, ha dejado de ser aquel partido de luchadores idealistas para mostrar su verdadero ángulo conservador que podría hacer palidecer a los partidarios de Maximiliano. Pero si dirigimos la mirada al “nuevo PRI”, el panorama es aun más aterrador. Los novillones no sólo han emergido de los mogotes, de nuevo se han adueñado del partido y, utilizando las estrategias Foxistas, en sociedad con Televisa se alistan para tomar el campo luego que Fox y Calderon dejaran su trinchera desierta. ¿Su nueva arma? Un gobernador chapito, guapito y copetón, como lo describe Dennise Dresser.
Pero no todo es tinieblas en el alrededor político—Ante las elecciones, todavía a dos años de distancia, surge la esperanza de un nuevo mapa político. El escenario nacional que años atrás me dibujara el viejo Donato Franco, puede tornarse realidad. “El PRI va a desaparecer”, me decía este sabio del arte de Maquiavelo. “Los izquierdistas del partido emigrarán hacia el PRD, los más conservadores engrosarán luego las filas del PAN. Habrá entonces un periodo de confusión y un compás de espera. Después los amantes de la libertad iniciarán un verdadero partido liberal y si no los dejan, surgirán alianzas de la sociedad civil para lanzar candidatos independientes.”
“Este movimiento,” me aseguraba Donato, “se iniciará en el norte al igual que el intento rectificador de la Revolución Mexicana cuando naciera el Plan de Agua Prieta.” Continuaba; “El último aliento liberal en nuestro país tuvo su cuna en el norte cuando Obregon retara a Carranza apoyado por los Clubes Liberales de Sonora, y por eso lo asesinaron.”
Me parece que en el escaparate político ya no tendremos solamente la alternativa de los viejos novillones “born again” revolucionarios, los acólitos de Maximiliano o los rijosos chavistas mexicanos. El pensamiento liberal que ha rescatado a tantos pueblos de su miseria, cabalga con tibieza en México, pero cabalga y eso es lo importante. Si a los votantes se les ofrece el menú liberal, que yo lo veo en la figura de Jorge Castañeda a quien por temor le tratan de cerrar todas las puertas, se puede evitar que México caiga en una agonía similar a la que vive la Unión Europea que luego provocará su desintegración.
Fundado en 2009 con la intención de originar un gran debate de ideas, en función a colaborar con el desarrollo de políticas públicas coherentes y sustentables.
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domingo, 16 de mayo de 2010
REFLEXIONES LIBERTARIAS ¿UN CANDIDATO SIN PARTIDO?
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Vive en Maracaibo; Estado Zulia, es Politólogo de la Universidad Rafael Urdaneta (URU). Conferenciante en eventos sobre ideologías políticas e historia política universal, de Venezuela, y análisis político internacional. Colabora en diversos movimientos políticos independientes. Es partidario al sistema de libertades económicas y justicia compensatoria.
jueves, 13 de mayo de 2010
archivo del 2009 la crisis europea capitulo españa.:
NO HABRÍA QUE SUBIR IMPUESTOS
Sin subvenciones y ayudas a dictadores el Estado se ahorraría 30.000 millones
El déficit público podría alcanzar el 12% del PIB en 2009. Economía aprobará la mayor subida fiscal de la historia para reducir la brecha. ¿Hay alternativa? Eliminar subvenciones, cursos, ministerios y ayudas al exterior reduciría el déficit en 30.000 millones, sin necesidad de subir impuestos.
Zapatero estudia subir Subvenciones y Donaciones 2009-09-18
M. LLAMAS / J. R. RALLO
¿Hay alternativa a la subida de impuestos que plantea el Gobierno? El Ministerio de Economía trabaja a marchas forzadas con sus socios parlamentarios con el fin de presentar unos Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2010 más equilibrados a los del presente ejercicio. Y es que, el déficit público amenaza con dispararse hasta el 12% del PIB (unos 120.000 millones de euros) en 2009.
Urge reducir la brecha entre ingresos y gastos para poder cumplir en 2012 con el objetivo de estabilidad presupuestaria que marca la UE (un déficit máximo del 3%). Para ello, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se ha propuesto reducir el déficit entre 25.000 y 30.000 millones de euros en 2010. Es decir, recortar en algo menos de un tercio el desequilibrio de las cuentas públicas.
¿Cómo? Economía trabaja en la presentación de la mayor subida de impuestos de la historia de España (unos 1.000 euros extra por contribuyente). Hacienda pretende recaudar más de 15.000 millones de euros adicionales, que se traducirá en un aumento de la presión fiscal del 1,5% del PIB. Por otro lado, ha puesto en marcha un recorte del gasto que supondría entre 12.000 y 15.000 millones de euros.
La ministra de Economía, Elena Salgado, pretende suprimir la deducción de 400 euros en el IRPFaplicada este año (4.500 millones), así como subir dos puntos el IVA -del 16% al 18%- para recaudar otros 5.000 millones, aumentar el impuesto sobre plusvalías del 18% al 20% (otros 500 millones), así como nuevas subidas en Impuestos Especiales (alcohol, tabaco e hidrocarburos).
Sin embargo, Economía teme que ni con tales incrementos llegue a recaudar los 15.000 millones previstos. Por ello, no se descarta subir el IRPF a las rentas altas (quienes ganan más de 60.000 euros brutos al año). Según la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), elevar el tipo máximo del IRPF del 43% al 50% supondría otros 1.299 millones de euros para las arcas del Estado. Además, ERC, IU, BNG y Nafarroa Bai, socios minoritarios del Gobierno, presionan a Salgado para que suba el IRPF a las rentas altas.
Presiones para subir el IRPF a las rentas altas
Además, el secretario general de UGT, Cándido Méndez, pidió este viernes al Gobierno que vaya más allá de meros retoques fiscales y reconsidere de forma general el sistema impositivo, recuperando el principio de que "quién más tenga que más pague".
En declaraciones a Punto Radio recogidas por Europa Press, el líder sindical indicó que, desde el momento en que España ha dejado de ser receptor de fondos europeos para empezar a aportarlos,tener una presión fiscal seis puntos porcentuales por debajo de la media de la UE significa "vivir por encima de las posibilidades" y en una situación "insoportable". "No estoy de acuerdo con el planteamiento del Gobierno de tomar dos o tres medidas para mejorar la recaudación. Hay que hacer una reconsideración general del sistema impositivo".
A ello, se suma la posibilidad de crear nuevos impuestos verdes y subir Sucesiones y Donaciones a partir de 2010. En definitiva, una profunda reforma del actual sistema fiscal con el objetivo de paliar el despilfarro público llevado a cabo hasta el momento por el propio Ejecutivo bajo el argumento de "estimular" la economía. No obstante, el Estado está gastando el doble de lo que inngresa.
Visto lo visto, la factura fiscal podría ser, incluso, muy superior a lo anunciado inicialmente por Zapatero. Llegados a este punto, ¿existe alternativa a la subida de impuestos? Un simple repaso por los PGE de 2009 refleja la ingente cantidad de recursos públicos que son destinados a actividades improductivas año tras año.
Así, el Gobierno se podría ahorrar casi 20.000 millones de euros eliminando ministerios innecesarios, subvenciones improductivas, cursillos para parados que no logran recolocar trabajadores y ayudas a dictadores del Tercer Mundo.
Unos 20.000 millones de euros que, sumados a los cerca de 10.000 (tirando por lo bajo) que plantea reducir Zapatero y que, por lo tanto, el propio Gobierno no considera imprescindibles (recortes en Innovación y Tecnología, Industria y Fomento) permitiría ahorrar al Estado más de 30.000 millonesde euros. Y ello, sin necesidad de subir o crear ningún impuesto en 2010.
Además, prolongar este ajuste hasta 2012, permitiría reducir la brecha en casi 90.000 millones de euros, por lo que el déficit público se situaría en el entorno del 3% del PIB requerido por Bruselas para esa fecha.
Los cerca de 20.000 millones de euros de recorte adicional afectarían a las siguientes partidas, ninguna de ellas estimada como básica o fundamental para el mantenimiento del Estado de Bienestar (Educación, Sanidad, paro o prestaciones de la Seguridad Social), ni las funciones básicas del Estado (Defensa, Seguridad interior y Justicia, entre otras funciones):
1. Ministerio de Cultura: 414 millones de euros
Cooperación, promoción y difusión cultural en el exterior (18,7 millones); Promoción y cooperación cultural (48,1); Promoción del libro y publicaciones culturales (16,01); Fomento de las industrias culturales (27,08); Música y danza (125,64); Teatro (54,9); Cinematografía (124,22 millones)
2. Ministerio de Exteriores: 2.919 millones de euros
Cooperación para el desarrollo (2.808 millones de euros), que consiste en la concesión de millonarias ayudas públicas a países subdesarrollados o en vías de desarrollo que, en la mayoría de los casos, carecen de sistemas demócraticos consolidados; Cooperación, promoción y difusión cultural en el exterior (111,9).
3. Ministerio de Vivienda: 1.617 millones.
4. Ministerio de Igualdad: 140,9 millones.
5. Imprevistos y funciones no clasificadas: 2.094 millones. Es una partida que sirve como cajón de sastre, ya que el Gobierno emplea estos fondos de modo arbitrario.
6. Ministerio de Industria: 4.425 millones
Desarrollo industrial (517,3 millones); Reconversión y reindustrialización (754,2); Desarrollo alternativo de las comarcas mineras del carbón (280,3); Explotación minera (749,5); Normativa y desarrollo energético (80,4); Promoción comercial e internacionalización de la empresa (651,3); Ordenación y modernización de las estructuras comerciales (28,9); Coordinación y promoción del turismo (769,5); Apoyo a la pequeña y mediana empresa (134,5); Infraestructuras en comarcas mineras del carbón (460 millones).
7. Ministerio de Fomento: 908, 7 millones
Subvenciones y apoyo al transporte terrestre (737,7); Subvenciones y apoyo al transporte marítimo (114,049); Subvenciones al transporte extrapeninsular de Mercancías (57 millones).
8. Ministerio de Trabajo: 7.577 millones
Cooperación para el desarrollo (3,7 millones); Fomento de la inserción y estabilidad laboral (7.574 millones de euros), que consiste en la celebración de cursos para parados, normalmente gestionados por los sindicatos, y cuya eficacia para recolocar parados es casi nula, y en todo caso, muy inferior a la de las empresas de trabajo temporal (ETTs), según los expertos.
TOTAL: 20.095 millones de euros.
(Pinche en la imagen para ampliar)
Para ponerlo en perspectiva, estos 30.000 millones de euros de gasto superfluo y prescindible (tanto el que propone eliminar el Gobierno como los anteriores 20.000) habrían permitido reducir en el año 2008 el IRPF a casi la mitad o el IVA un 62% o, en su caso, eliminar completamente los impuestos especiales (gasolina, alcohol, tabaco...) o el Impuesto de Sociedades. Las cifras muestran, por consiguiente, los impuestos extraordinarios que hemos estado pagando durante años los españoles para financiar todas estas partidas presupuestarias prescindibles.
Sin subvenciones y ayudas a dictadores el Estado se ahorraría 30.000 millones
El déficit público podría alcanzar el 12% del PIB en 2009. Economía aprobará la mayor subida fiscal de la historia para reducir la brecha. ¿Hay alternativa? Eliminar subvenciones, cursos, ministerios y ayudas al exterior reduciría el déficit en 30.000 millones, sin necesidad de subir impuestos.
Zapatero estudia subir Subvenciones y Donaciones 2009-09-18
M. LLAMAS / J. R. RALLO
¿Hay alternativa a la subida de impuestos que plantea el Gobierno? El Ministerio de Economía trabaja a marchas forzadas con sus socios parlamentarios con el fin de presentar unos Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2010 más equilibrados a los del presente ejercicio. Y es que, el déficit público amenaza con dispararse hasta el 12% del PIB (unos 120.000 millones de euros) en 2009.
Urge reducir la brecha entre ingresos y gastos para poder cumplir en 2012 con el objetivo de estabilidad presupuestaria que marca la UE (un déficit máximo del 3%). Para ello, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se ha propuesto reducir el déficit entre 25.000 y 30.000 millones de euros en 2010. Es decir, recortar en algo menos de un tercio el desequilibrio de las cuentas públicas.
¿Cómo? Economía trabaja en la presentación de la mayor subida de impuestos de la historia de España (unos 1.000 euros extra por contribuyente). Hacienda pretende recaudar más de 15.000 millones de euros adicionales, que se traducirá en un aumento de la presión fiscal del 1,5% del PIB. Por otro lado, ha puesto en marcha un recorte del gasto que supondría entre 12.000 y 15.000 millones de euros.
La ministra de Economía, Elena Salgado, pretende suprimir la deducción de 400 euros en el IRPFaplicada este año (4.500 millones), así como subir dos puntos el IVA -del 16% al 18%- para recaudar otros 5.000 millones, aumentar el impuesto sobre plusvalías del 18% al 20% (otros 500 millones), así como nuevas subidas en Impuestos Especiales (alcohol, tabaco e hidrocarburos).
Sin embargo, Economía teme que ni con tales incrementos llegue a recaudar los 15.000 millones previstos. Por ello, no se descarta subir el IRPF a las rentas altas (quienes ganan más de 60.000 euros brutos al año). Según la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), elevar el tipo máximo del IRPF del 43% al 50% supondría otros 1.299 millones de euros para las arcas del Estado. Además, ERC, IU, BNG y Nafarroa Bai, socios minoritarios del Gobierno, presionan a Salgado para que suba el IRPF a las rentas altas.
Presiones para subir el IRPF a las rentas altas
Además, el secretario general de UGT, Cándido Méndez, pidió este viernes al Gobierno que vaya más allá de meros retoques fiscales y reconsidere de forma general el sistema impositivo, recuperando el principio de que "quién más tenga que más pague".
En declaraciones a Punto Radio recogidas por Europa Press, el líder sindical indicó que, desde el momento en que España ha dejado de ser receptor de fondos europeos para empezar a aportarlos,tener una presión fiscal seis puntos porcentuales por debajo de la media de la UE significa "vivir por encima de las posibilidades" y en una situación "insoportable". "No estoy de acuerdo con el planteamiento del Gobierno de tomar dos o tres medidas para mejorar la recaudación. Hay que hacer una reconsideración general del sistema impositivo".
A ello, se suma la posibilidad de crear nuevos impuestos verdes y subir Sucesiones y Donaciones a partir de 2010. En definitiva, una profunda reforma del actual sistema fiscal con el objetivo de paliar el despilfarro público llevado a cabo hasta el momento por el propio Ejecutivo bajo el argumento de "estimular" la economía. No obstante, el Estado está gastando el doble de lo que inngresa.
Visto lo visto, la factura fiscal podría ser, incluso, muy superior a lo anunciado inicialmente por Zapatero. Llegados a este punto, ¿existe alternativa a la subida de impuestos? Un simple repaso por los PGE de 2009 refleja la ingente cantidad de recursos públicos que son destinados a actividades improductivas año tras año.
Así, el Gobierno se podría ahorrar casi 20.000 millones de euros eliminando ministerios innecesarios, subvenciones improductivas, cursillos para parados que no logran recolocar trabajadores y ayudas a dictadores del Tercer Mundo.
Unos 20.000 millones de euros que, sumados a los cerca de 10.000 (tirando por lo bajo) que plantea reducir Zapatero y que, por lo tanto, el propio Gobierno no considera imprescindibles (recortes en Innovación y Tecnología, Industria y Fomento) permitiría ahorrar al Estado más de 30.000 millonesde euros. Y ello, sin necesidad de subir o crear ningún impuesto en 2010.
Además, prolongar este ajuste hasta 2012, permitiría reducir la brecha en casi 90.000 millones de euros, por lo que el déficit público se situaría en el entorno del 3% del PIB requerido por Bruselas para esa fecha.
Los cerca de 20.000 millones de euros de recorte adicional afectarían a las siguientes partidas, ninguna de ellas estimada como básica o fundamental para el mantenimiento del Estado de Bienestar (Educación, Sanidad, paro o prestaciones de la Seguridad Social), ni las funciones básicas del Estado (Defensa, Seguridad interior y Justicia, entre otras funciones):
1. Ministerio de Cultura: 414 millones de euros
Cooperación, promoción y difusión cultural en el exterior (18,7 millones); Promoción y cooperación cultural (48,1); Promoción del libro y publicaciones culturales (16,01); Fomento de las industrias culturales (27,08); Música y danza (125,64); Teatro (54,9); Cinematografía (124,22 millones)
2. Ministerio de Exteriores: 2.919 millones de euros
Cooperación para el desarrollo (2.808 millones de euros), que consiste en la concesión de millonarias ayudas públicas a países subdesarrollados o en vías de desarrollo que, en la mayoría de los casos, carecen de sistemas demócraticos consolidados; Cooperación, promoción y difusión cultural en el exterior (111,9).
3. Ministerio de Vivienda: 1.617 millones.
4. Ministerio de Igualdad: 140,9 millones.
5. Imprevistos y funciones no clasificadas: 2.094 millones. Es una partida que sirve como cajón de sastre, ya que el Gobierno emplea estos fondos de modo arbitrario.
6. Ministerio de Industria: 4.425 millones
Desarrollo industrial (517,3 millones); Reconversión y reindustrialización (754,2); Desarrollo alternativo de las comarcas mineras del carbón (280,3); Explotación minera (749,5); Normativa y desarrollo energético (80,4); Promoción comercial e internacionalización de la empresa (651,3); Ordenación y modernización de las estructuras comerciales (28,9); Coordinación y promoción del turismo (769,5); Apoyo a la pequeña y mediana empresa (134,5); Infraestructuras en comarcas mineras del carbón (460 millones).
7. Ministerio de Fomento: 908, 7 millones
Subvenciones y apoyo al transporte terrestre (737,7); Subvenciones y apoyo al transporte marítimo (114,049); Subvenciones al transporte extrapeninsular de Mercancías (57 millones).
8. Ministerio de Trabajo: 7.577 millones
Cooperación para el desarrollo (3,7 millones); Fomento de la inserción y estabilidad laboral (7.574 millones de euros), que consiste en la celebración de cursos para parados, normalmente gestionados por los sindicatos, y cuya eficacia para recolocar parados es casi nula, y en todo caso, muy inferior a la de las empresas de trabajo temporal (ETTs), según los expertos.
TOTAL: 20.095 millones de euros.
(Pinche en la imagen para ampliar)
Para ponerlo en perspectiva, estos 30.000 millones de euros de gasto superfluo y prescindible (tanto el que propone eliminar el Gobierno como los anteriores 20.000) habrían permitido reducir en el año 2008 el IRPF a casi la mitad o el IVA un 62% o, en su caso, eliminar completamente los impuestos especiales (gasolina, alcohol, tabaco...) o el Impuesto de Sociedades. Las cifras muestran, por consiguiente, los impuestos extraordinarios que hemos estado pagando durante años los españoles para financiar todas estas partidas presupuestarias prescindibles.
Vive en Maracaibo; Estado Zulia, es Politólogo de la Universidad Rafael Urdaneta (URU). Conferenciante en eventos sobre ideologías políticas e historia política universal, de Venezuela, y análisis político internacional. Colabora en diversos movimientos políticos independientes. Es partidario al sistema de libertades económicas y justicia compensatoria.
lunes, 10 de mayo de 2010
Judaísmo y liberalismo
Judaísmo y liberalismo
Por José Cohen
En la imagen, la menorá instalada en el recinto del Parlamento israelí.
"Las teorías socialistas que niegan la propiedad privada y la creación de capital son contrarias a la teología judía", asevera Meir Tamari –rabino, economista, fundador del Business Ethics Center of Jerusalem y ex alto cargo del Banco de Israel– en su libro The Challenge of Wealth. De hecho, Tamari va mucho más allá: "La propiedad privada y la acumulación de capital son principios básicos del judaísmo". En parecidos términos se ha expresado el principal rabino del Reino Unido, Jonathan Sacks.
A pesar de que Israel es un Estado fuertemente intervencionista y de que los judíos estadounidenses se decantan masivamente por el ideario demócrata, realmente existen principios dentro del judaísmo que corroboran la postura de Tamari y Sacks. Daré cuenta de algunos de ellos.
Individualismo
El judaísmo cree en el individuo y en su capacidad de iniciativa. Esto se desprende del mandato de Dios a Adán y a Eva para que se reprodujeran y llenasen la Tierra (Génesis, 1:28). La doctrina rabínica ha interpretado estas palabras como un mandamiento positivo de Dios para que el individuo se esfuerce por mejorar el mundo haciendo uso de su propia iniciativa y de acuerdo con su conocimiento, saber y entender.
El Tratado de los Padres, en su mishná (apartado) número 13, exhorta a la responsabilidad individual: "Si yo no cuido de mí, ¿quién lo hará?". Pinchas Brener, uno de los más prominentes rabinos de la comunidad judía de Venezuela, ha afirmado: "El judaísmo insiste en la responsabilidad individual por la acción (…) en última instancia, la persona tiene que asumir la responsabilidad por sus actos".
El propio Talmud (Sanedrín, 37a) asevera que el ser humano está obligado a repetirse continuamente: "El mundo fue creado para mí". El objetivo es que el individuo se percate de que sólo a través de la iniciativa individual puede crearse un mundo mejor.
Propiedad privada
El judaísmo siente un profundo aprecio por la propiedad privada. El precepto "no robarás" forma parte de los Diez Mandamientos que Dios entregó a Moisés, y es una de las siete leyes noájidas.
La Torá.En el primer Libro de los Reyes, capítulo primero, se cuenta cómo el rey Acab fue duramente reprimido por Dios por haberse apropiado ilegítimamente de la viña de Nabot. El profeta Miqueas hizo otro alegato a favor de la propiedad (Miqueas, 4:4) cuando profetizó: "[Llegará el día en que] se sentará cada uno debajo de su vid y debajo de su higuera, y no habrá quien los amedrente". El respeto del judaísmo hacia la propiedad privada llega mucho más lejos cuando el Talmud declara (Baba Kamá, 60) que ésta ha de ser respetada incluso en caso de guerra.
El castigo que la Torá (Antiguo Testamento) impone a quien daña la propiedad del prójimo no es otro que la restitución de lo robado o dañado (Éxodo, 22:3); acorde, pues, con uno de los más elementales axiomas del liberalismo.
Acumulación de capital
Desde el punto de vista de la fe mosaica, la parnasá (dicha económica) es una bendición. No en vano la Torá describe con gran detalle la riqueza de los patriarcas Abraham, Isaac y Jacob. La riqueza acumulada honestamente es símbolo del esfuerzo individual. El Talmud, por su parte, dice: "Los beneficios adquiridos como fruto del trabajo tienen tanto valor como el temor a Dios" (Berajot, 8a).
Sensu contrario, la pobreza degrada; y, según el Talmud, "un pobre es como un muerto". Esto es así en tanto que para el judaísmo la pobreza no deja de ser una consecuencia de los hábitos del individuo, de los que él mismo es responsable. No obstante, a fin de paliar la pobreza del prójimo, la caridad (entendida como voluntaria, y en ningún caso de carácter confiscatorio) ocupa un lugar muy destacado en la teología judía.
Caridad
La tzedaká (caridad) está diseñada para aliviar la pobreza y restaurar la plena independencia del individuo. Para Maimónides, la más alta obra de caridad es encontrar un trabajo al necesitado, con el fin de que no esté viviendo siempre a costa de los demás. El judaísmo no ve con buenos ojos al menesteroso que depende continuamente de la ayuda del prójimo. Según elShulján Aruj, la caridad ha de limitarse a atender las necesidades básicas del individuo: sólo así podrá el beneficiario tomar conciencia de que sólo a través de su esfuerzo y trabajo puede llegar a tener una vida realmente digna. ¿No nos suena esto a las críticas liberales a la ayuda externa?
Por otro lado, la caridad es un principio moral que ha de partir voluntariamente del individuo, sin que ningún tipo de aparato coercitivo le expropie su propiedad para lograr una distribución de la riqueza más justa y equitativa.
Erradicar la desigualdad económica no es una de las metas del judaísmo. Cada individuo es diferente, y cada cual es dueño de su propio destino gracias al libre albedrío. Según la Torá, las desigualdades económicas son una situación inseparable de toda sociedad libre, y su único remedio es la caridad privada: "Nunca faltarán pobres en tu país (…) abre generosamente tu mano al pobre, al hermano indigente que vive en tu tierra" (Deuteronomio, 15:11).
Gobierno limitado
El profeta Samuel alertó al pueblo hebreo de los peligros que conlleva el sometimiento a un rey (Samuel, 8:7-18). Efectivamente, el poder corrompe, y la Torá bien que se cuida de establecer limitaciones muy rigurosas al monarca judío, con el objeto de evitar los abusos de poder (Deuteronomio, 17:16). Asimismo, establece que el rey no debe inmiscuirse en los asuntos religiosos (para eso están los sacerdotes) ni en los legislativos (para eso están los jueces).
El judaísmo no considera que el monarca haya de estar por encima de las leyes, más bien todo lo contrario: "Cuando se siente sobre el trono de su reino, entonces escribirá para sí en un libro una copia de esta Ley" (ibíd. 17-18). Queda así establecido un claro principio de legalidad.
Encontramos otra manifestación en pro del gobierno limitado en el capítulo 12 del libro del profeta Jeremías: allí se exhorta a la monarquía davídica a limitarse a impartir justicia y a librar al oprimido de "la mano del opresor". Estamos, pues, ante un dirigente que sólo actuaría cuando los derechos de un individuo fueran violados.
El Antiguo Testamento está lleno de críticas muy duras a aquellos reyes hebreos en trance de convertirse en tiranos. Los más fieles siempre estaban ojo avizor, pendientes de los desvaríos que pudiera cometer el monarca. ¿No es acaso ésta otra enorme virtud liberal, vigilar constantemente al poder?
No cabe duda alguna de que el judaísmo y el liberalismo son compatibles. En cambio, cabe preguntarse cuántos judíos son realmente conscientes de ello.
Por José Cohen
En la imagen, la menorá instalada en el recinto del Parlamento israelí.
"Las teorías socialistas que niegan la propiedad privada y la creación de capital son contrarias a la teología judía", asevera Meir Tamari –rabino, economista, fundador del Business Ethics Center of Jerusalem y ex alto cargo del Banco de Israel– en su libro The Challenge of Wealth. De hecho, Tamari va mucho más allá: "La propiedad privada y la acumulación de capital son principios básicos del judaísmo". En parecidos términos se ha expresado el principal rabino del Reino Unido, Jonathan Sacks.
A pesar de que Israel es un Estado fuertemente intervencionista y de que los judíos estadounidenses se decantan masivamente por el ideario demócrata, realmente existen principios dentro del judaísmo que corroboran la postura de Tamari y Sacks. Daré cuenta de algunos de ellos.
Individualismo
El judaísmo cree en el individuo y en su capacidad de iniciativa. Esto se desprende del mandato de Dios a Adán y a Eva para que se reprodujeran y llenasen la Tierra (Génesis, 1:28). La doctrina rabínica ha interpretado estas palabras como un mandamiento positivo de Dios para que el individuo se esfuerce por mejorar el mundo haciendo uso de su propia iniciativa y de acuerdo con su conocimiento, saber y entender.
El Tratado de los Padres, en su mishná (apartado) número 13, exhorta a la responsabilidad individual: "Si yo no cuido de mí, ¿quién lo hará?". Pinchas Brener, uno de los más prominentes rabinos de la comunidad judía de Venezuela, ha afirmado: "El judaísmo insiste en la responsabilidad individual por la acción (…) en última instancia, la persona tiene que asumir la responsabilidad por sus actos".
El propio Talmud (Sanedrín, 37a) asevera que el ser humano está obligado a repetirse continuamente: "El mundo fue creado para mí". El objetivo es que el individuo se percate de que sólo a través de la iniciativa individual puede crearse un mundo mejor.
Propiedad privada
El judaísmo siente un profundo aprecio por la propiedad privada. El precepto "no robarás" forma parte de los Diez Mandamientos que Dios entregó a Moisés, y es una de las siete leyes noájidas.
La Torá.En el primer Libro de los Reyes, capítulo primero, se cuenta cómo el rey Acab fue duramente reprimido por Dios por haberse apropiado ilegítimamente de la viña de Nabot. El profeta Miqueas hizo otro alegato a favor de la propiedad (Miqueas, 4:4) cuando profetizó: "[Llegará el día en que] se sentará cada uno debajo de su vid y debajo de su higuera, y no habrá quien los amedrente". El respeto del judaísmo hacia la propiedad privada llega mucho más lejos cuando el Talmud declara (Baba Kamá, 60) que ésta ha de ser respetada incluso en caso de guerra.
El castigo que la Torá (Antiguo Testamento) impone a quien daña la propiedad del prójimo no es otro que la restitución de lo robado o dañado (Éxodo, 22:3); acorde, pues, con uno de los más elementales axiomas del liberalismo.
Acumulación de capital
Desde el punto de vista de la fe mosaica, la parnasá (dicha económica) es una bendición. No en vano la Torá describe con gran detalle la riqueza de los patriarcas Abraham, Isaac y Jacob. La riqueza acumulada honestamente es símbolo del esfuerzo individual. El Talmud, por su parte, dice: "Los beneficios adquiridos como fruto del trabajo tienen tanto valor como el temor a Dios" (Berajot, 8a).
Sensu contrario, la pobreza degrada; y, según el Talmud, "un pobre es como un muerto". Esto es así en tanto que para el judaísmo la pobreza no deja de ser una consecuencia de los hábitos del individuo, de los que él mismo es responsable. No obstante, a fin de paliar la pobreza del prójimo, la caridad (entendida como voluntaria, y en ningún caso de carácter confiscatorio) ocupa un lugar muy destacado en la teología judía.
Caridad
La tzedaká (caridad) está diseñada para aliviar la pobreza y restaurar la plena independencia del individuo. Para Maimónides, la más alta obra de caridad es encontrar un trabajo al necesitado, con el fin de que no esté viviendo siempre a costa de los demás. El judaísmo no ve con buenos ojos al menesteroso que depende continuamente de la ayuda del prójimo. Según elShulján Aruj, la caridad ha de limitarse a atender las necesidades básicas del individuo: sólo así podrá el beneficiario tomar conciencia de que sólo a través de su esfuerzo y trabajo puede llegar a tener una vida realmente digna. ¿No nos suena esto a las críticas liberales a la ayuda externa?
Por otro lado, la caridad es un principio moral que ha de partir voluntariamente del individuo, sin que ningún tipo de aparato coercitivo le expropie su propiedad para lograr una distribución de la riqueza más justa y equitativa.
Erradicar la desigualdad económica no es una de las metas del judaísmo. Cada individuo es diferente, y cada cual es dueño de su propio destino gracias al libre albedrío. Según la Torá, las desigualdades económicas son una situación inseparable de toda sociedad libre, y su único remedio es la caridad privada: "Nunca faltarán pobres en tu país (…) abre generosamente tu mano al pobre, al hermano indigente que vive en tu tierra" (Deuteronomio, 15:11).
Gobierno limitado
El profeta Samuel alertó al pueblo hebreo de los peligros que conlleva el sometimiento a un rey (Samuel, 8:7-18). Efectivamente, el poder corrompe, y la Torá bien que se cuida de establecer limitaciones muy rigurosas al monarca judío, con el objeto de evitar los abusos de poder (Deuteronomio, 17:16). Asimismo, establece que el rey no debe inmiscuirse en los asuntos religiosos (para eso están los sacerdotes) ni en los legislativos (para eso están los jueces).
El judaísmo no considera que el monarca haya de estar por encima de las leyes, más bien todo lo contrario: "Cuando se siente sobre el trono de su reino, entonces escribirá para sí en un libro una copia de esta Ley" (ibíd. 17-18). Queda así establecido un claro principio de legalidad.
Encontramos otra manifestación en pro del gobierno limitado en el capítulo 12 del libro del profeta Jeremías: allí se exhorta a la monarquía davídica a limitarse a impartir justicia y a librar al oprimido de "la mano del opresor". Estamos, pues, ante un dirigente que sólo actuaría cuando los derechos de un individuo fueran violados.
El Antiguo Testamento está lleno de críticas muy duras a aquellos reyes hebreos en trance de convertirse en tiranos. Los más fieles siempre estaban ojo avizor, pendientes de los desvaríos que pudiera cometer el monarca. ¿No es acaso ésta otra enorme virtud liberal, vigilar constantemente al poder?
No cabe duda alguna de que el judaísmo y el liberalismo son compatibles. En cambio, cabe preguntarse cuántos judíos son realmente conscientes de ello.
Vive en Maracaibo; Estado Zulia, es Politólogo de la Universidad Rafael Urdaneta (URU). Conferenciante en eventos sobre ideologías políticas e historia política universal, de Venezuela, y análisis político internacional. Colabora en diversos movimientos políticos independientes. Es partidario al sistema de libertades económicas y justicia compensatoria.
BARAK CHAVEZ Y HUGO OBAMA
REFLEXIONES LIBERTARIAS
BARAK CHAVEZ Y HUGO OBAMA
Ricardo Valenzuela
En días recientes hemos sido testigos del producto que genera el nuevo socialismo estilo europeo, Grecia. El país que fuera la cuna esa filosofía base de la civilización occidental, en estos momentos se encuentra sumergido en el caos, la quiebra y anarquía que producen los gobiernos socialistoides del viejo continente herederos de la Revolución Francesa. Gasto, endeudamiento, el gran estado dadivoso fueron los motivos de esta escandalosa quiebra
Como consecuencia de la muerte del comunismo—por un momento olvidémonos del orate de Chávez y su gavilla de idiotas—el debate es ahora entre quienes abogan por crecimientos económicos agresivos permitiendo a los mercados funcionar libremente, y los nuevos keynesianos luchando por crecimientos controlados supuestamente por miedo al fenómeno que fue el coco de los economistas; la inflación. El gasto del gobierno, emisiones de dinero, fueron las herramientas que ellos utilizaran para provocar la Stagflación.
Sin embargo, las políticas económicas keynesianas regresan al debate público a pesar de que en el campo intelectual han sido desprestigiadas por los economistas clásicos, austríacos, liberales, monetaristas y la misma realidad. En estos momentos el debate se concentra en la siguiente cuestión: ¿pueden las economías crecer demasiado rápido? Las respuestas tradicionales siempre bordan en los siguiente: A) Si, y los bancos centrales deben adoptar políticas restrictivas para prevenir inflación. B) No, las economías como tradicionalmente han crecido, todavía tienen mucho campo para expandirse antes de las presiones inflacionarias. C) Si, pero el reducir la inflación no justifica el precio traducido en desempleo.
El que éste debate haya tomado nuevos bríos con su abanderado debutante, Barak Obama, prueba que muchos segmentos de la sociedad y hombres en posiciones de liderazgo, permanecen siendo esclavos del difunto economista John Maynard Keynes. La premisa fundamental es la noción Keynesiana de que los planificadores gubernamentales pueden provocar aumentos en la producción y reducir el desempleo, pero a costa de provocar aumentos en los procesos inflacionarios, o, pueden provocar bajas en la producción reduciendo la inflación pero teniendo como costo un aumento en el desempleo. El letal instrumento que utilizan son sus bancos centrales desde donde Obama ha disparado un trillón de dólares los últimos meses.
Pero tal premisa es totalmente falsa. No hay esa relación entre producción, inflación y desempleo. Lo único que los planificadores del gobierno pueden crear es caos. La producción depende del trabajo, capital, información y, lo más importante, depende de libertad. El empleo depende de una serie de factores institucionales incluyendo las destructivas políticas intervencionistas de los gobiernos en los mercados de trabajo. Inflación es la consecuencia de políticas monetarias irresponsables, y la intervención gubernamental distorsiona las señales del mercado impidiendo la coordinación de la actividad económica. El mundo fue Keynesiano desde finales de la segunda guerra mundial, hasta que lo envió a una espiral de inflación con resección en los años 70s y desestabilizó totalmente los el mundo llevando al poder a la Thacher y a Ronald Reagan.
Entonces, ¿por qué ante el fracaso Keynesiano sus políticas continúan siendo parte del debate público? Por una simple y sencilla razón; poder, control. Los miembros del establishment llámese mexicano, americano, chino, ruso o la nacionalidad que gustemos, lo que buscan es el control a través del activismo gubernamental. Hay burócratas que si creen en la planeación gubernamental. Ellos no piensan que una sociedad virtuosa resultará cuando sus miembros tienen la libertad de actuar en un ambiente igual; libre. Pero la mayoría de los burócratas del mundo lo saben perfectamente, las políticas Keynesianas fallaron en producir prosperidad, pero no han fallado para mantenerlos en control alimentando sus obesos gobiernos.
Para los miembros del establishment mundial, las políticas económicas liberales son como la kryptonita para Superman. No les interesa una sociedad libre, independiente y responsable porque se les terminan sus cotos de poder y las minas de corrupción. Mientras más dependiente sea la sociedad, más se justifican sus intervenciones, los subsidios, los bancos de promoción, las aduanas, las secretarías de gobierno, federales y estatales, las empresas descentralizadas, los programas de ayuda social, las miles y miles de dependencias oficiales que son solamente focos de corrupción.
En los mismos EU cuando la economía empieza a crecer agresivamente, de inmediato se le mete el freno vía aumento de intereses argumentando; “ahí viene la inflación.” A los gobiernos, sean republicanos o demócratas, no les interesa que la economía crezca más de lo previsto porque se les acaba la industria de la pobreza. Una tercera parte del presupuesto americano, de casi 4 Trillones de dólares, se destina a “gasto social.” Los políticos americanos jamás van a permitir que esos 1000 billones de dólares ya no tengan aplicación. Jamás van a permitir que toda esa burocracia, que chupa sangre en el proceso de “distribución de la riqueza,” se quede sin modus vivendi. Hay demasiados intereses de por medio.
La economía mexicana no solo puede crecer al 7% anual como lo exigen los escasos economistas liberales. Puede crecer a un 10% sin problemas inflacionarios. Son los crecimientos que han tenido Hong Kong, Chile, China en estos momentos, y de hecho México los llegó a tener en los 60s. Pero eso es atentar contra el control absoluto de la burocracia que nos ha oprimido durante siglos, y Echeverría se encargó de darle reversa enviando a los mexicanos a una espiral de pobreza y atraso vistos sólo en la época postrevolucionaria. La economía mexicana puede crecer a los niveles que experimenta China, pero a los políticos se les acaba la mina de explotación más importante de su retórica, se les acaban los pobres. Al Peje se le acaba la chamba igual que a los curas de la teología de la liberación. No hay duda que en México la industria de la pobreza crea muchas chambas y, sobre todo, negocios muy rentables.
La clase gubernamental no estará nunca dispuesta a llevar el Keynesianismo a los archivos de la historia solo porque falló. Las políticas keynesianas se desarrollarán de nuevo—así como el marxismo evolucionó a la “corrección política” y el socialismo en lo que ahora elegantemente le llaman “la tercera vía”—pero no las dejarán morir.
Las causas del poder en los gobiernos expansivos son demasiado importantes para la clase de los perfectos idiotas mundiales sin otro oficio que la política, de ellas depende su sobrevivencia, el palpitar de sus corazones, su vida misma. Entonces, Keynes vive y vivirá hasta que los pueblos hartos de los controles y la opresión se rebelen contra sus verdugos. Cuando se den cuenta del poder de una sociedad civil en reclamando su libertad, entonces los pueblos se habrán liberado.
BARAK CHAVEZ Y HUGO OBAMA
Ricardo Valenzuela
En días recientes hemos sido testigos del producto que genera el nuevo socialismo estilo europeo, Grecia. El país que fuera la cuna esa filosofía base de la civilización occidental, en estos momentos se encuentra sumergido en el caos, la quiebra y anarquía que producen los gobiernos socialistoides del viejo continente herederos de la Revolución Francesa. Gasto, endeudamiento, el gran estado dadivoso fueron los motivos de esta escandalosa quiebra
Como consecuencia de la muerte del comunismo—por un momento olvidémonos del orate de Chávez y su gavilla de idiotas—el debate es ahora entre quienes abogan por crecimientos económicos agresivos permitiendo a los mercados funcionar libremente, y los nuevos keynesianos luchando por crecimientos controlados supuestamente por miedo al fenómeno que fue el coco de los economistas; la inflación. El gasto del gobierno, emisiones de dinero, fueron las herramientas que ellos utilizaran para provocar la Stagflación.
Sin embargo, las políticas económicas keynesianas regresan al debate público a pesar de que en el campo intelectual han sido desprestigiadas por los economistas clásicos, austríacos, liberales, monetaristas y la misma realidad. En estos momentos el debate se concentra en la siguiente cuestión: ¿pueden las economías crecer demasiado rápido? Las respuestas tradicionales siempre bordan en los siguiente: A) Si, y los bancos centrales deben adoptar políticas restrictivas para prevenir inflación. B) No, las economías como tradicionalmente han crecido, todavía tienen mucho campo para expandirse antes de las presiones inflacionarias. C) Si, pero el reducir la inflación no justifica el precio traducido en desempleo.
El que éste debate haya tomado nuevos bríos con su abanderado debutante, Barak Obama, prueba que muchos segmentos de la sociedad y hombres en posiciones de liderazgo, permanecen siendo esclavos del difunto economista John Maynard Keynes. La premisa fundamental es la noción Keynesiana de que los planificadores gubernamentales pueden provocar aumentos en la producción y reducir el desempleo, pero a costa de provocar aumentos en los procesos inflacionarios, o, pueden provocar bajas en la producción reduciendo la inflación pero teniendo como costo un aumento en el desempleo. El letal instrumento que utilizan son sus bancos centrales desde donde Obama ha disparado un trillón de dólares los últimos meses.
Pero tal premisa es totalmente falsa. No hay esa relación entre producción, inflación y desempleo. Lo único que los planificadores del gobierno pueden crear es caos. La producción depende del trabajo, capital, información y, lo más importante, depende de libertad. El empleo depende de una serie de factores institucionales incluyendo las destructivas políticas intervencionistas de los gobiernos en los mercados de trabajo. Inflación es la consecuencia de políticas monetarias irresponsables, y la intervención gubernamental distorsiona las señales del mercado impidiendo la coordinación de la actividad económica. El mundo fue Keynesiano desde finales de la segunda guerra mundial, hasta que lo envió a una espiral de inflación con resección en los años 70s y desestabilizó totalmente los el mundo llevando al poder a la Thacher y a Ronald Reagan.
Entonces, ¿por qué ante el fracaso Keynesiano sus políticas continúan siendo parte del debate público? Por una simple y sencilla razón; poder, control. Los miembros del establishment llámese mexicano, americano, chino, ruso o la nacionalidad que gustemos, lo que buscan es el control a través del activismo gubernamental. Hay burócratas que si creen en la planeación gubernamental. Ellos no piensan que una sociedad virtuosa resultará cuando sus miembros tienen la libertad de actuar en un ambiente igual; libre. Pero la mayoría de los burócratas del mundo lo saben perfectamente, las políticas Keynesianas fallaron en producir prosperidad, pero no han fallado para mantenerlos en control alimentando sus obesos gobiernos.
Para los miembros del establishment mundial, las políticas económicas liberales son como la kryptonita para Superman. No les interesa una sociedad libre, independiente y responsable porque se les terminan sus cotos de poder y las minas de corrupción. Mientras más dependiente sea la sociedad, más se justifican sus intervenciones, los subsidios, los bancos de promoción, las aduanas, las secretarías de gobierno, federales y estatales, las empresas descentralizadas, los programas de ayuda social, las miles y miles de dependencias oficiales que son solamente focos de corrupción.
En los mismos EU cuando la economía empieza a crecer agresivamente, de inmediato se le mete el freno vía aumento de intereses argumentando; “ahí viene la inflación.” A los gobiernos, sean republicanos o demócratas, no les interesa que la economía crezca más de lo previsto porque se les acaba la industria de la pobreza. Una tercera parte del presupuesto americano, de casi 4 Trillones de dólares, se destina a “gasto social.” Los políticos americanos jamás van a permitir que esos 1000 billones de dólares ya no tengan aplicación. Jamás van a permitir que toda esa burocracia, que chupa sangre en el proceso de “distribución de la riqueza,” se quede sin modus vivendi. Hay demasiados intereses de por medio.
La economía mexicana no solo puede crecer al 7% anual como lo exigen los escasos economistas liberales. Puede crecer a un 10% sin problemas inflacionarios. Son los crecimientos que han tenido Hong Kong, Chile, China en estos momentos, y de hecho México los llegó a tener en los 60s. Pero eso es atentar contra el control absoluto de la burocracia que nos ha oprimido durante siglos, y Echeverría se encargó de darle reversa enviando a los mexicanos a una espiral de pobreza y atraso vistos sólo en la época postrevolucionaria. La economía mexicana puede crecer a los niveles que experimenta China, pero a los políticos se les acaba la mina de explotación más importante de su retórica, se les acaban los pobres. Al Peje se le acaba la chamba igual que a los curas de la teología de la liberación. No hay duda que en México la industria de la pobreza crea muchas chambas y, sobre todo, negocios muy rentables.
La clase gubernamental no estará nunca dispuesta a llevar el Keynesianismo a los archivos de la historia solo porque falló. Las políticas keynesianas se desarrollarán de nuevo—así como el marxismo evolucionó a la “corrección política” y el socialismo en lo que ahora elegantemente le llaman “la tercera vía”—pero no las dejarán morir.
Las causas del poder en los gobiernos expansivos son demasiado importantes para la clase de los perfectos idiotas mundiales sin otro oficio que la política, de ellas depende su sobrevivencia, el palpitar de sus corazones, su vida misma. Entonces, Keynes vive y vivirá hasta que los pueblos hartos de los controles y la opresión se rebelen contra sus verdugos. Cuando se den cuenta del poder de una sociedad civil en reclamando su libertad, entonces los pueblos se habrán liberado.
Vive en Maracaibo; Estado Zulia, es Politólogo de la Universidad Rafael Urdaneta (URU). Conferenciante en eventos sobre ideologías políticas e historia política universal, de Venezuela, y análisis político internacional. Colabora en diversos movimientos políticos independientes. Es partidario al sistema de libertades económicas y justicia compensatoria.
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