Se debe asumir que existe un país politico que no se siente representado por ninguna de las organizaciones políticas del sistema de partidos. Esa población manifiesta su postura política en la abstención, legítima por demás.
Este grupo de venezolanos tiene posiciones radicalmente opuestas a todo lo que existe dentro del sistema de partidos. Sin embargo, ese capital político se pierde, es una energía que está allí contenida. El régimen trabajará todo cuanto pueda para impedir que esa energía se libere
¿Quien y como puede liberar esa energía política allí contenida? Solo una pequeña elite con aspiraciones de dominio y sentido de trascendencia. Un partido pragmatico, con ideas renovadoras, anti-estatista pero con sentido social. Un partido de cuadros bien organizado.
Asumida esa posición podrá catalizar la movilización social de esa gran masa que se encuentra allí contenida y en estado de ebullición. Sin pretender desaparecer a sus adversarios, ese partido podrá limitar los desafueros estatistas y darle equilibrio al sistema de partidos.
La actual crisis de liderazgo es una oportunidad para desplazar del poder a los estatistas y convertirlos en oposición. Si esta energía política es liberada, tiene la capacidad de convertirse en el nuevo pivote que tenga preponderancia en el curso de la acción política.
En ese escenario, los estatistas, con una fuerza bastante considerable cercana al 40% del país político, pero divididos en muchos grupos de interés; tendrán frente a ellos una contención organizada a sus desafueros con el respaldo del 60% restante.
Es decir, que es posible revertir los papeles, porque básicamente es lo que hace actualmente el Chavismo frente a las coaliciones de la "oposición", pero con un sentido de libertad, y no de totalitarismo como ellos lo hacen.
Esa realidad país, con un nuevo equilibrio y dinámica del sistema de partidos, es perfectamente posible; solo hace falta voluntad política de las élites emergentes para asumir la lucha política.
Joelvin R Villarreal V.
Politólogo.