Joelvin Villarreal V |
Donald Trump finalmente encuentra al Jedi Perdido en esta versión realista
de la guerra de las galaxias. El imperio islámico chií cruzó la raya roja y
ahora enfrenta la destrucción sistemática de sus hordas terroristas en Irak.
Esta película no comenzó cuando el presidente de los EEUU decidiera
poner fin al maligno legado de Qasem Soleimani, el hombre más terrible del
medio oriente, sino que por el contrario; la muerte de este poderoso terrorista
es consecuencia de una serie de ataques que el régimen de los Ayatollah había
propinado a los intereses norteamericanos y sus aliados desde hace meses.
Los regímenes totalitarios no entienden un lenguaje distinto al de la
fuerza, para ellos la violencia es el único lenguaje comprensible. Dialogar u ofrecer
dialogo a este tipo de regímenes solo tiende a agravar la situación política, y
es que para los tiranos la palabra dialogo es sinónimo de debilidad, es un
incentivo para ellos avanzar con fuerza totalitaria hacia sus objetivos de dominación
social.
Tampoco entienden mucho sobre economía, los islamistas al igual que los
socialistas tienden a sostener sus imperios malignos a través de métodos de destrucción
económica tan solo sustentables gracias al flujo de petróleo y sus diversas
actividades de contrabando que van desde droga hasta metales preciosos e
incluso trata de blancas. Esto último un trabajo milenario de las culturas islámicas,
sino; pregúntenle a los africanos quienes les cazaban y vendían luego como
animales a los europeos occidentales. En
razón de la economía, ese lenguaje de sanciones y bloqueos económicos que
occidente aplicaba contra los persas para persuadirles de su aptitud resultó
infructuoso porque estos no comprendían ese esquema, de allí que fueron
tensando más aun la delgada cuerda de la guerra, ellos pensaron que occidente
no iba a responder con violencia.
Cuando este año pasado observé los ataques contra embarcaciones que
circulaban por el estrecho de Hormuz no hice sino pensar en que la situación ya
estaba fuera de control, atentar contra la seguridad de los mares y comprometer
las rutas de comercio mundial es algo que en occidente no están dispuestos a
tolerar. Luego atacaron las refinerías de ARANCO, y nadie parecía responder con
fuerza a los persas; aun cuando se dieron a la tarea de derribar drones
norteamericanos no solía ocurrir la típica respuesta de fuerza militar. Todo ello
envalentonó a los Persas que solo sufrieron una tímida respuesta por parte de
Arabia Saudita cuando esta ultima le envió sendos misiles a un súper tanquero iraní
en el mar rojo.
Todos estos meses ocurrió una grotesca expansión de las milicias chiis
apoyadas por irán alrededor del globo. De pronto Hezbollah aparecía como protagonista
en los grandes conflictos de Medio oriente, y Sudamérica figurando como
maquinaria clave para el lavado de dinero, contrabando, terrorismo, evasión de
sanciones internacionales, sustento a regímenes totalitarios. En irak configuraron un ejército paramilitar
que amenazaba la independencia iraquí. La única contención a tan desagradable
panorama la representó Israel que en solitario se encargó de despachar los depósitos
de armas y cuarteles de la milicia persa en Siria.
El primer gran revés de estos últimos meses los sufrió irán, nada más, y
nada menos que, en Bolivia. Si, la caída de Evo morales puso en jaque las
operaciones de extracción y contrabando de drogas desde el chapare hacia Venezuela
donde el régimen chavista facilita la salida de grandes cargamentos hacia áfrica,
Europa y medio oriente. El nuevo
gobierno de Bolivia ha enfrentado militarmente a los narcos en la región y por
consiguiente a las células terroristas que operan en el país financiadas por
los persas. Se ha llegado a pedir públicamente la ayuda de Israel.
Sus grandes operadores en Sudamérica están en problemas con los EEUU,
tenemos los casos emblemáticos de Alex Saab, y Tareck El Aissami quienes están siendo intensamente perseguidos
por la DEA, CIA, y Mossad por integrar precisamente las grandes redes del
narcoterrorismo islámico persa en Sudamérica. Las milicias de hesbollah han permanecido en Venezuela
durante largo tiempo bajo el amparo del régimen chavista quienes le dan
facilidades de movilización, campos de entrenamiento, negocios, y hasta minas
de oro. Las guerrillas colombianas, las
milicias shiitas, narcotráfico, y paramilitares socialistas constituyen el
brazo armado paralelo que sostiene al régimen chavista que a su vez cuenta con
el apoyo de Cuba, China, y Rusia. No fue
casualidad que en el estado de Bolívar, cerca de Puerto Ordaz, ocurrió el
primer enfrentamiento armado entre milicias del hezbollah y tropas israelíes en
suelo sudamericano. Esta situación en
particular ocurrió en momentos de gran tensión política entre el régimen chavista
y los EEUU en el marco de la entrada de ayuda humanitaria a Venezuela.
A finales de 2019 los iraníes contaban con mayores pro que contras en su
estrategia global de expansión militar, fue en ese contexto que decidieron
apostar a una mayor desestabilización en el medio oriente y han comenzado una operación
militar a gran escala, a través de sus milicias, que pretende derrocar al
gobierno iraquí e imponer un régimen fundamentalista títere de los intereses de
los ayatollah. Su estrategia, sin embargo, los lleva a una situación peligrosa
de enfrentamiento directo con las tropas de EEUU en la región. Por supuesto,
Soleimani, autor intelectual del operativo, consideró el riesgo aceptable
tomando en cuenta las reacciones norteamericanas anteriores. De allí que sus
milicias atacaron una base norteamericana y causaron la muerte de un
contratista militar de ese país. La respuesta de Washington siguió el protocolo
antiguo, no tolerar la muerte de compatriotas y responder con la fuerza
militar. Los días consiguientes los EEUU
lanzaron una serie de operativos militares contra objetivos de las milicias
shiitas en irak. La situación pudo haber terminado allí pero los persas
elevaron la apuesta y organizaron todo un espectáculo violento contra la
embajada de los EEUU en Bagdad.
Los eventos de la embajada de Bagdad precipitaron los acontecimientos y
fueron la gota que derramó el vaso: los persas habían derribado drones
norteamericanos, atacaron barcos en el estrecho de HORMUZ, atacaron la refinería
más importante del mundo, evadieron sanciones, apoyaron regímenes
antiamericanos alrededor del mundo, y llegaron a tocar territorio
norteamericano y matar a compatriotas.
El bombardeo contra Soleimani y los principales jefes de Hezbollah en Irak
fue una respuesta proporcional al daño que ya Irán ha venido haciendo contra los
intereses de los EEUU en el mundo. Los
norteamericanos han decidido en consecuencia desmantelar a las milicias de hezbollah
en Irak además de reagrupar sus fuerzas militares en el país árabe para así
frenar la influencia iraní en la región. Básicamente el presidente de los Estados
Unidos está reordenando el tablero de juegos que Obama había desarmado en
perjuicio de los intereses de los EEUU.
Todavía no se tiene claro las consecuencias que traerá este despertar de
la fuera norteamericana pero seguramente que las operaciones globales de
Hezbollah sufrirán importantes daños, especialmente en Sudamérica, lo que pone
de manifiesto elevar las prioridades de Washington con respecto a deponer al régimen
chavista; principal guarida de los
terroristas shiitas en América.