sábado, 4 de enero de 2020

Occidente vs El terror: El despertar de la fuerza.

Joelvin Villarreal V


Donald Trump finalmente encuentra al Jedi Perdido en esta versión realista de la guerra de las galaxias. El imperio islámico chií cruzó la raya roja y ahora enfrenta la destrucción sistemática de sus hordas terroristas en Irak.

Esta película no comenzó cuando el presidente de los EEUU decidiera poner fin al maligno legado de Qasem Soleimani, el hombre más terrible del medio oriente, sino que por el contrario; la muerte de este poderoso terrorista es consecuencia de una serie de ataques que el régimen de los Ayatollah había propinado a los intereses norteamericanos  y sus aliados desde hace meses.

Los regímenes totalitarios no entienden un lenguaje distinto al de la fuerza, para ellos la violencia es el único lenguaje comprensible. Dialogar u ofrecer dialogo a este tipo de regímenes solo tiende a agravar la situación política, y es que para los tiranos la palabra dialogo es sinónimo de debilidad, es un incentivo para ellos avanzar con fuerza totalitaria hacia sus objetivos de dominación social.

Tampoco entienden mucho sobre economía, los islamistas al igual que los socialistas tienden a sostener sus imperios malignos a través de métodos de destrucción económica tan solo sustentables gracias al flujo de petróleo y sus diversas actividades de contrabando que van desde droga hasta metales preciosos e incluso trata de blancas. Esto último un trabajo milenario de las culturas islámicas, sino; pregúntenle a los africanos  quienes les cazaban y vendían luego como animales a los europeos occidentales.  En razón de la economía, ese lenguaje de sanciones y bloqueos económicos que occidente aplicaba contra los persas para persuadirles de su aptitud resultó infructuoso porque estos no comprendían ese esquema, de allí que fueron tensando más aun la delgada cuerda de la guerra, ellos pensaron que occidente no iba a responder con violencia.

Cuando este año pasado observé los ataques contra embarcaciones que circulaban por el estrecho de Hormuz no hice sino pensar en que la situación ya estaba fuera de control, atentar contra la seguridad de los mares y comprometer las rutas de comercio mundial es algo que en occidente no están dispuestos a tolerar. Luego atacaron las refinerías de ARANCO, y nadie parecía responder con fuerza a los persas; aun cuando se dieron a la tarea de derribar drones norteamericanos no solía ocurrir la típica respuesta de fuerza militar. Todo ello envalentonó a los Persas que solo sufrieron una tímida respuesta por parte de Arabia Saudita cuando esta ultima le envió sendos misiles a un súper tanquero iraní en el mar rojo.

Todos estos meses ocurrió una grotesca expansión de las milicias chiis apoyadas por irán alrededor del globo. De pronto Hezbollah aparecía como protagonista en los grandes conflictos de Medio oriente, y Sudamérica figurando como maquinaria clave para el lavado de dinero, contrabando, terrorismo, evasión de sanciones internacionales, sustento a regímenes totalitarios.  En irak configuraron un ejército paramilitar que amenazaba la independencia iraquí. La única contención a tan desagradable panorama la representó Israel que en solitario se encargó de despachar los depósitos de armas y cuarteles de la milicia persa en Siria.

El primer gran revés de estos últimos meses los sufrió irán, nada más, y nada menos que, en Bolivia. Si, la caída de Evo morales puso en jaque las operaciones de extracción y contrabando de drogas desde el chapare hacia Venezuela donde el régimen chavista facilita la salida de grandes cargamentos hacia áfrica, Europa y medio oriente.  El nuevo gobierno de Bolivia ha enfrentado militarmente a los narcos en la región y por consiguiente a las células terroristas que operan en el país financiadas por los persas. Se ha llegado a pedir públicamente la ayuda de Israel.

Sus grandes operadores en Sudamérica están en problemas con los EEUU, tenemos los casos emblemáticos de Alex Saab, y Tareck El Aissami  quienes están siendo intensamente perseguidos por la DEA, CIA, y Mossad por integrar precisamente las grandes redes del narcoterrorismo islámico persa en Sudamérica.  Las milicias de hesbollah han permanecido en Venezuela durante largo tiempo bajo el amparo del régimen chavista quienes le dan facilidades de movilización, campos de entrenamiento, negocios, y hasta minas de oro.  Las guerrillas colombianas, las milicias shiitas, narcotráfico, y paramilitares socialistas constituyen el brazo armado paralelo que sostiene al régimen chavista que a su vez cuenta con el apoyo de Cuba, China, y Rusia.  No fue casualidad que en el estado de Bolívar, cerca de Puerto Ordaz, ocurrió el primer enfrentamiento armado entre milicias del hezbollah y tropas israelíes en suelo sudamericano.  Esta situación en particular ocurrió en momentos de gran tensión política entre el régimen chavista y los EEUU en el marco de la entrada de ayuda humanitaria a Venezuela.

A finales de 2019 los iraníes contaban con mayores pro que contras en su estrategia global de expansión militar, fue en ese contexto que decidieron apostar a una mayor desestabilización en el medio oriente y han comenzado una operación militar a gran escala, a través de sus milicias, que pretende derrocar al gobierno iraquí e imponer un régimen fundamentalista títere de los intereses de los ayatollah. Su estrategia, sin embargo, los lleva a una situación peligrosa de enfrentamiento directo con las tropas de EEUU en la región. Por supuesto, Soleimani, autor intelectual del operativo, consideró el riesgo aceptable tomando en cuenta las reacciones norteamericanas anteriores. De allí que sus milicias atacaron una base norteamericana y causaron la muerte de un contratista militar de ese país. La respuesta de Washington siguió el protocolo antiguo, no tolerar la muerte de compatriotas y responder con la fuerza militar.  Los días consiguientes los EEUU lanzaron una serie de operativos militares contra objetivos de las milicias shiitas en irak. La situación pudo haber terminado allí pero los persas elevaron la apuesta y organizaron todo un espectáculo violento contra la embajada de los EEUU en Bagdad.

Los eventos de la embajada de Bagdad precipitaron los acontecimientos y fueron la gota que derramó el vaso: los persas habían derribado drones norteamericanos, atacaron barcos en el estrecho de HORMUZ, atacaron la refinería más importante del mundo, evadieron sanciones, apoyaron regímenes antiamericanos alrededor del mundo, y llegaron a tocar territorio norteamericano y matar a compatriotas.

El bombardeo contra Soleimani y los principales jefes de Hezbollah en Irak fue una respuesta proporcional al daño que ya Irán ha venido haciendo contra los intereses de los EEUU en el mundo.  Los norteamericanos han decidido en consecuencia desmantelar a las milicias de hezbollah en Irak además de reagrupar sus fuerzas militares en el país árabe para así frenar la influencia iraní en la región.  Básicamente el presidente de los Estados Unidos está reordenando el tablero de juegos que Obama había desarmado en perjuicio de los intereses de los EEUU.

Todavía no se tiene claro las consecuencias que traerá este despertar de la fuera norteamericana pero seguramente que las operaciones globales de Hezbollah sufrirán importantes daños, especialmente en Sudamérica, lo que pone de manifiesto elevar las prioridades de Washington con respecto a deponer al régimen chavista;  principal guarida de los terroristas shiitas en América.