EL PARO DE LAS UNIVERSIDADES Y LA AUTONOMÍA QUE NO EXISTIÓ
Nuevamente las universidades
“autónomas” están envueltas en una mega crisis que tiene que ver mucho con la
propia naturaleza del sistema educativo venezolano moderno – estatizado desde
su concepción- ineficiente y corrupto, origen – además- de la actual sociedad
colectivizada a merced del populismo y la barbarie socialista.
Para empezar: los estudiantes
universitarios, personal administrativo, obreros, seguridad, docentes y todos
aquellos que hacen vida dentro de las universidades públicas deben de saber que
han sido vilmente engañados. – Algunos se dan por enterados, pero les conviene
y por ello callan- Las universidades públicas
no son autónomas, tampoco las privadas. ¿Por qué?
Se habla de autonomía cuando – En
este caso las universidades- son totalmente independientes de las decisiones
del estado, es decir, cuando se manejan según sus propios criterios e intereses
institucionales. Cuando sobre todo no dependen
económicamente del estado, es decir, cuando son capaces de generar
financiamiento propio a través de contratos con los entes privados, por
ejemplo: a través de programas de investigación, capacitación técnica, bolsa de
trabajo entre otros – de esta manera poder sostener la infraestructura y al
personal que labora en ellas, además de ofrecer mejores sueldos-. Pero lo más
importante, se habla de la existencia de autonomía universitaria cuando hay
libertad de cátedra, es decir, cuando las universidades pueden diseñar su
pensum de acuerdo a los grandes avances
en materia de conocimientos y a la par de la tecnología del momento, entre
otros elementos, en lugar de depender del permiso del estado para su aprobación
– este último elemento es parte esencial del porque nuestro pensum es obsoleto.
Esta crisis en primer lugar debería
servir para que se exija una verdadera autonomía universitaria, la cual no
existe ni en las públicas ni en las privadas.
¡Hablando claro!
Pedir un miserable aumento salarial
no va a resolver la verdadera crisis universitaria.
¿Cansado de tanto paro? ¿Qué debemos
hacer si queremos sueldos y educación de calidad?
Primero organizar una intensa campaña
que les recuerde a los ciudadanos que la crisis universitaria afecta a todo el
país – ¿Por qué?- porque se trata de
algo tan delicado como la formación de todos los técnicos y profesionales que
algún día asumirán los puestos de trabajo y los destinos de la nación. Y si se
quiere acomodar a este país, las universidades son una pieza clave para ello.
Y segundo, establecer un vínculo por
el cual tanto los directamente afectados de momento –La Universidad y su gente-
como aquellos que inmediatamente no se sienten tocados por el conflicto,
obtengan un beneficio e interés particular que los anime a trabajar juntos.
La respuesta a este vínculo es una
exigencia mutua beneficiosa para la sociedad en general, la cual traería
prosperidad, calidad de vida, y un impulso de desarrollo jamás visto en el país:
¡LIBERTADES ECONÓMICAS!
Un país sin libertades económicas
–COMO EL NUESTRO- jamás tendrá calidad de vida para sus ciudadanos, tampoco
sueldos que estimulen la eficiencia, mucho menos educación de calidad.
No hay salida dentro del sistema
estatista a ninguno de nuestros problemas, por el contrario los agrava.
Si la gente quiere ganar más y vivir
mejor, con educación de calidad y altos beneficios laborales y empresariales
solo hay un camino: EXIGIR LIBERTADES ECONÓMICAS.
¡Ya basta de mendigar un cupo de
dólares, ya basta de las colas por alimentos y medicinas, ya basta de
inseguridad, ya basta de los malos servicios públicos, Ya basta de mendigar por
un mísero aumento salarial.
¡Ya basta del sistema de controles y
racionamientos! ¡Que vengan las libertades económicas!
Todos los países que son ricos, prósperos
y desarrollados, con la mejor calidad del mundo tienen en común las LIBERTADES ECONÓMICAS.
Finalmente les invito ante esta nueva
crisis universitaria a reflexionar y a que fijemos un RUMBO PROPIO para el
país.
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