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sábado, 12 de junio de 2010

¿Cómo podemos lograr que en Venezuela el Gobierno viva de los ciudadanos?

¿Cómo podemos lograr que en Venezuela el Gobierno viva de los ciudadanos?

El peso y contrapeso básico que da viabilidad a la democracia consiste en la dependencia económica de los representantes de la sociedad política de los ciudadanos. Esta piedra angular de la democracia está claramente ilustrada en el siglo XIII cuando Juan sin Tierra regresa a Inglaterra derrotado de Francia y le pide a los nobles recursos económicos. Los nobles ingleses acceden a pagar impuestos adicionales si el rey firma un contrato que consagra la protección de derechos básicos. Se trata de la Carta Magna firmada el 15 de junio de 1215 que simboliza el inicio de un largo proceso que culminaría con el sometimiento definitivo de la corona al parlamento en 1688 con la Revolución Gloriosa. El rey es obligado a proteger derechos fundamentales debido a su dependencia económica de los nobles, la cual posteriormente se amplió al pueblo en general, propiciando el nacimiento de la democracia parlamentaria.

El equilibrio fundamental existe cuando la sociedad política detenta el poder político y la sociedad civil el poder económico. Este equilibrio no se da en países socialistas porque el Estado es dueño de empresas básicas que tienden a concentrar en un mismo grupo de personas el poder político y el económico. Cuando los políticos no dependen económicamente de los ciudadanos éstos pierden poder de negociación induciendo a los políticos a abusar de su poder y por tanto a destruir la institucionalidad democrática.

Dicho equilibrio fundamental está ausente en los países de la OPEP y no creo que sea mera coincidencia que sus sistemas políticos sean dictaduras seculares, como Kuwait, teocracias como Irán o democracias frágiles como Venezuela. Estos países socialistas ilustran el principio de que sin propiedad (ciudadana) no hay libertad. Es decir la libertad política (democracia) se erige sobre la libertad económica (propiedad). En otras palabras, para que exista democracia el Estado, los políticos deben vivir de los ciudadanos. Cuando los ciudadanos viven del Estado la tendencia es hacia el autoritarismo.

Ficción

Consideremos el ejemplo de los países de Europa Occidental como Suecia, Francia y Alemania que son democracias estables y tienen fama de ser socialistas. Observo que en estos países el Estado no es propietario de empresas básicas. Llama la atención el programa agresivo de privatizaciones que realizó el "socialista" Mitterrand y la revolución Thatcheriana en Inglaterra donde privatizó todas las empresas básicas. Adicionalmente, no existen prácticamente controles de precios, de tasas de interés, gavetas bancarias y mucho menos controles de cambio. Tienen baja inflación y las barreras al comercio internacional entre los países de la Unión Europea son nulas, originando un mercado de más de 400 millones de consumidores. Además exhiben una infraestructura legal de elevadísima calidad protectora de la propiedad privada. Todas estas son características fundamentales de economías capitalistas.

Los países de Europa occidental son mejor calificados como Estados benefactores. Le cobran altos impuestos a la población y con estos ingresos, suministrados por la población, proveen salud, generosos seguros por desempleo y pensiones entre otros servicios públicos. Ciertamente, estos altos impuestos y generosos seguros y servicios engendran costos representados en menores tasas de crecimiento, menos deseo de trabajar, más desempleo y menor innovación en el área de la salud que economías ricas con menos impuestos como son la americana y la británica. Conscientes del menor estímulo al crecimiento asociados al Estado benefactor, en Francia eligen a Nicolás Sarkozy y en Alemania a Angela Merkel precisamente para tratar de reducir la carga del Estado, tema en el cual han avanzado los suecos y muy en particular los daneses. Además, ninguno de estos países se hizo rico con mega impuestos y macro gobiernos. Por el contrario, primero se hicieron ricos y luego aumentaron los impuestos. Ahora están tratando de regresar a unos tamaños de Estado más pequeños.

Resalto que la opinión algo generalizada de que estos países de Europa occidental son socialistas es más mito que realidad. Mito que alimenta el socialismo romántico de algunos líderes venezolanos. En estas economías los gobiernos viven de los ciudadanos contribuyendo a que muestren democracias estables y ricas.

¿Cómo podemos lograr que en Venezuela el Gobierno viva de los ciudadanos? Sugiero que además de transferir la propiedad de las empresas básicas a los venezolanos por nacimiento mayores de 18 años, que los impuestos que estas empresas pagan le sean entregados directamente y por partes iguales a dichos venezolanos. De esta forma tendríamos un Estado carente de recursos propios y los políticos tendrían que negociar con los ciudadanos la obtención de impuestos. Lo importante no es tanto cuánto recibimos como el hecho de disponer de un arma de negociación capaz de someter al Gobierno a la voluntad popular.

hugo faria.

Los errores de la oposición venezolana Por Alberto Mansueti

14 ERRORES DE LOS OPONENTES DE CHÁVEZ
Los errores de la oposición venezolana
Por Alberto Mansueti

El neocomunismo aparece como algo fresco e inédito, sin pasado cuestionable; y ha calado muy hondo en vastos sectores de la población … y también en buena parte de los cuadros opositores. Irónicamente, éstos pretenden combatir a Chávez hablando ¡un eco de su mismo lenguaje!
"La ciencia de la oposición es más difícil que la ciencia del gobierno" (A.M.)

En Venezuela, la tesis del fraude le viene muy cómoda a la dirigencia opositora. Le evita el penoso deber de tener que revisarse y cuestionarse.

Muy supeditados a los medios de comunicación y a sus criaturas -principalmente los periodistas, el ejército de sesudos analistas, la "sociedad civil" y las ONG-, hallamos lo que queda de los viejos partidos. Y sus recientes desprendimientos. En su conjunto, todos estos factores constituyen la oposición al chavismo. Y buena parte de la clase media profesional -empobrecida por el estatismo- es su principal fuente de sustentación social y cantera de liderazgo.

A la dirigencia opositora -con el debido respeto y consideración- cabe señalarle ciertos errores, a saber:

1. No entender el chavismo, expresión local del neocomunismo. ¿Qué cosa es el neocomunismo? Es la expresión más moderna del estatismo. Es el viejo comunismo, actualizado con la nueva ola eco-femi-Indigenista, posmoderna y antiglobalizadora (corriente que paradójicamente también ella viene globalizada). No es comunismo marxista sino gramsciano. La actual oposición venezolana parece ignorar este complejo fenómeno de la izquierda políticamente "correcta" y New Age, que trasciende con mucho las fronteras del país, de Latinoamérica, e incluso del Tercer Mundo. La oposición enrostra a Chávez, entre otras cosas, el ser muy provincial y aldeano, muy de Sabaneta, su pequeño pueblo natal. ¡Pues eso mismo parecen los opositores, comparando a Chávez con Pérez Jiménez! ¿Es esa su única referencia? ¿Los años ’50? Parecen no haber leído a la pareja Michael Hardt-Toni Negri, no saber quién es Bové, ni pasearse por los Websites de la nueva izquierda mundial, apoyada y financiada por las Agencias de la ONU.

2. No entender a Chávez. Aunque típico y folklórico, y muy pintoresco, Chávez no es un simple caudillo local; es uno de los epígonos neocomunistas más emblemáticos del mundo de hoy, junto con Lula de Brasil, Mugabe de Zimbabwe, la Bonafini de Argentina, y la Menchú de Centroamérica; por cierto, todos muy parecidos a Chávez en su forma de pensar, hablar y actuar. Son los guevaristas exitosos, los setentosos que han triunfado, los Bill Clinton y Al Gore de por aquí. Los jefes opositores venezolanos no los reconocen. Es que los opositores no parecen actualizados -¿es casual que su media Hectárea casi duplica a la de la cúpula chavista?-, y no saben qué cosa enfrentan ni cómo combatirla.

3. Olvidar que el adoctrinamiento de las izquierdas produjo sus frutos. En Venezuela, y desde hace décadas, las izquierdas están infiltradas en los medios masivos, y en todos los niveles de la educación venezolana. Desde allí han hecho un paciente, y muy crucial e influyente trabajo de "formación" ideológica, desacreditando al mercado, los EEUU, la empresa privada, la economía y el capital, descalificando la "democracia formal" (representativa), y endiosando al Estado, la "justicia social" y la "redistribución de la riqueza" … Buena parte de la opinión pública confiesa hoy ese credo socialista y antiimperialista patriotero -insuflado por cantores populares como Alí Primera, caricaturistas como Zapata y los de la revista el "El Camaleón"-, y Chávez es quien lo encarna y personifica de manera más completa y coherente. El adoctrinamiento se ha potenciado y actualizado recientemente. Mucho material catequético neocomunista se ha propagado, conservando en parte el viejo discurso populachero, obrerista y antipatronal de las izquierdas de antes, pero en conjunción con los nuevos temas, mucho más resaltados: terrorismo ecológico, "género", "exclusión-inclusión", racismo, oposición cerril al progreso y vindicación del atraso, relativismo, "nueva espiritualidad" y todos los demás clichés de la colección. Chávez ha comprendido a la perfección este discurso, lo ha adoptado y hecho suyo, y lo practica todos los días. Y encuentra aceptación y resonancia en muchos ambientes. (Incluye la versión para los empresarios criollos mercantilistas, proteccionistas y contratistas, con su "responsabilidad social empresarial".) Y la oposición no tiene respuesta: plagada de grupos y personajes de izquierda -algunos muy "aggiornados" también ellos, otros menos-, no acierta a una clara definición ideológica de signo opuesto.

4. Pretender combatir a Chávez siendo como Chávez. El neocomunismo aparece como algo fresco e inédito, sin pasado cuestionable; y ha calado muy hondo en vastos sectores de la población … y también en buena parte de los cuadros opositores. Irónicamente, éstos pretenden combatir a Chávez hablando ¡un eco de su mismo lenguaje! Esto es trágico, salvo poquísimas excepciones los "caudillos" de oposición parecen querer emular a Chávez, ser más populistas que él, transformarse en clones suyos. Sin embargo, ¿quién quiere copias, teniendo el original?

5. Exigir la unidad con cualquiera y a toda costa; aún al precio de tener que permanecer en un vacío ideológico que le deja el terreno totalmente libre al chavismo en ese campo. Libres de ataduras y compromisos frustrantes y castradores, los chavistas tocan absolutamente todos los temas divinos y humanos, mientras la oposición sólo habla monotemática y obsesivamente de Chávez, o se mantiene en el terreno superficial de las platitudes y los deseos píos. De esta manera la fórmula ideológica chavista no tiene rival, es el único discurso político completo -con su componente doctrinario entero- que puede escucharse en Venezuela, porque los medios de comunicación cercenan y censuran cualquier manifestación ideológica opositora con la excusa de que "rompe la unidad" y "distrae los esfuerzos".

6. Criticar a Chávez pero no al socialismo. Y si hay crítica al socialismo es sólo por el aspecto dictatorial, no por el totalitarismo. Es más, ¡la oposición propone sólo medidas "redistributivas", "sociales", etc.! Sin embargo Venezuela ya tiene una fuerza socialista en el poder, y esos programas populistas llamados "Misiones", y un Presidente socialista. ¿Para qué quiere más?

7. No hablar casi de política con mayúsculas. Es decir, hablar hasta la saturación del tamaño de las marchas y de las máquinas electorales, y demás detalles y minucias por el estilo; pero apenas una que otra palabra sobre privatizaciones (o estatizaciones), regulaciones (o desregulaciones), leyes malas (o buenas), inflación (o deflación), deuda externa, funciones del Estado, gasto fiscal, impuestos, crimen, droga, familia, regiones, municipios, obras públicas, etc. Muchos ciudadanos tomamos esto como un insulto a nuestra inteligencia y madurez. En realidad, las jefaturas oposicionistas parecen desconocer que los problemas que a ellos más les afectan (Chávez y el chavismo) no necesariamente son los mismos ni más graves que los problemas que nos afectan a los venezolanos de a pie (principalmente económicos y de inseguridad.) Y seguramente desconocen que esos problemas son consecuencia del sistema (estatista) de Gobierno y no del gobernante de turno.

8. Mostrar las heridas en lugar de convocar a la creación de riqueza y bienestar. Así como el chavismo se parece al castrismo, la oposición antichavista se parece al anticastrismo, en sus inefectivas estrategias. ¿Qué han ganado los anticastristas con ese permanente lamento quejoso, mostrando continuamente las heridas? ¿Qué hubieran podido ganar convocando a la prosperidad mediante una economía de mercado? Mostrando heridas la discusión política se degrada y pervierte, y el debate sobre los problemas de fondo y sus verdaderas soluciones brilla por su ausencia.

9. Practicar un activismo agotador y estéril, en lugar de trabajo político. O sea: interminables marchas y concentraciones -muchas veces prepotentes, agresivas y arrogantes-, en lugar de formar y organizar a la gente según preferencias ideológicas estatistas de izquierda, o de derecha, o liberales; es decir, concepto del mundo y de la vida, de la sociedad y del Estado, del Gobierno y la economía, etc.

10. Desacreditar (o consentir en el descrédito) a los partidos, ensalzando a los medios de comunicación y sus criaturas, los periodistas y las ONG. Se olvida que Chávez es precisamente producto y consecuencia del descrédito de los partidos. Y con esta desacreditación, los partidos MVR -la agrupación partidista de Chávez- y los demás de su coalición se enfrentan a unos homólogos rivales (los partidos opositores) muy minados y menoscabados. Como a la descalificación de los partidos se acompaña la de la actividad política en general -ensalzando la enteléquica "sociedad civil"-, los emeverristas son los únicos que pueden desarrollar actividades políticas y partidistas sin verse aquejados de la "mala conciencia" que indefectiblemente afecta a sus opositores cuando lo hacen.

11. Alegar a los gritos que se tiene mayoría, y olvidarse si se tiene o no razón. En este rasgo y en muchos otros la oposición incurre en los mismos defectos y vicios que critica al oficialismo. Se parecen demasiado. Por ejemplo, y a propósito de parecidos y semejanzas; si uno se toma el trabajo de comparar el "Plan Consenso País" (de la oposición) con el "Plan de Desarrollo Económico-Social de la Nación 2001-2007" (del Gobierno) va a encontrar no pocas -mas no sorprendentes- similitudes de fondo, en concepto y lenguaje, más allá de ciertas diferencias menores en forma y estilo.

12. Creer que el país se divide en dos sectores, cuando en realidad las franjas son tres: chavistas, antichavistas, y un "tercer sector" que simple y llanamente vive de su trabajo y para su familia, y no se identifica con unos ni con otros -reluctante siquiera a votar, es abstencionista por principio-, y que los militantes de oposición se empecinan en fingir que no existe. (Los chavistas terminaron por admitir que existe, lo tomaron en consideración y cuenta, y a él se dirigieron; tal vez ese reconocimiento sea uno de los secretos de su triunfo.)

13. Olvidarse de medir los rechazos. Cuando los jefes opositores encargan encuestas, no miden los rechazos, en muchos de ellos más numerosos que las aceptaciones. ¿Por qué rechazos? Por el golpe de estado del 11-Abril 2002, por el salvaje paro petrolero que le siguió, por las "guarimbas" (corte de calles con quema de cauchos) y tantas otras acciones de fuerza, propias de quienes no tienen razones ni argumentos para declarar, convencer y atraer. Estas acciones violentas no le simpatizaron a la gente, incluyendo el tercio de población que no se reconoce en el chavismo pero tampoco en el antichavismo militante y virulento. En una elección con múltiples opciones o candidatos, los rechazos tienen importancia menor; pero un referendum es una opción dicotómica, en la cual un rechazo muy fuerte puede pesar más que una preferencia. En tiempos del bipartidismo AD-Copei nos acostumbramos los venezolanos a votar "en contra" de una opción más que a favor de la otra, si hay sólo dos viables para escoger.

14. Por último: repetir con obcecación que el 11-Abril no hubo golpe de estado sino vacío de poder; y ahora, que el 15-Agosto de 2004 no hubo fracaso y derrota de la dirigencia opositora sino fraude y contubernio del oficialismo. En esta obcecación que no reconoce las verdades incómodas, también la oposición se parece al chavismo. Casi podría uno enunciar y seguir una regla infalible para distinguir la verdad de la mentira: "verdad es lo que cada bando dice del contrario; mas no lo que afirma de sí mismo ..." En fin, la elite opositora no quiere admitir humildemente las realidades aún cuando no gusten, ni reconocer honestamente los errores. ¡Ese es su mayor error!

jueves, 3 de junio de 2010

Los cuatro cerditos del apocalipsis

Si los BRIC –Brasil, Rusia, India y China– son los países emergentes cuyo crecimiento se espera que nos saque a todos de la crisis, los PIGS –Portugal, Irlanda, Grecia y "Spain"– son los países que están amenazando hundir al mundo occidental en el colapso económico.

En acrónimo PIGS no es nuevo, pero su relevancia mundial sí lo es. Tuvieron un crecimiento dramático (incluso en sus niveles de empleo) desde que se incorporaron a la zona del euro, en gran parte debido a la inversión extranjera. Pero después de una luna de miel inicial, algo empezó a funcionar mal. Irlanda (que hoy está compitiendo con Italia por la letra "I" en PIGS) fue el primer país de la zona del euro que en el 2008 entró en recesión como resultado de la crisis global, y los otros pronto siguieron. Hoy, todos ellos están al borde de la quiebra –algunos, como Grecia, sufriendo incluso de violencia en las calles– y pueden convertirse en los iniciadores del efecto dominó que el resto del mundo está temiendo.

Los que hace menos de una década llegaron a ser países modelo, "volando alto", están ahora en la cola del crecimiento mundial, según el Fondo Monetario Internacional. Pero aunque los detalles y datos macroeconómicos de cada uno de estos países varían, sus problemas tienen una causa común: la intervención del gobierno en la economía.

La mayoría de la gente está dándose cuenta de que los culpables de la crisis no son banqueros avariciosos ni especuladores inmobiliarios, como nos han querido hacer creer. El hombre de la calle está finalmente reconociendo que los causantes de todas las crisis son los gobiernos, al impedir que los mercados funcionen libremente y se autorregulen, sea en la crisis actual, las crisis latinoamericanas del pasado, o la famosa crisis asiática, la primera de nuestra era de globalización.

La forma propuesta para resolver el problema es que los países menos culpables "socorran" a los más irresponsables, evadiendo el hecho de que eso sólo los hunde más a todos. Mientras tanto, los políticos de algunos países, como España, usan la crisis como excusa para aumentar los controles del Estado, acudiendo a "soluciones" que consisten en aumentar los impuestos, equivalente a inyectarle más veneno a un paciente envenenado. Ayn Rand, la famosa autora de El Manantial y de La Rebelión de Atlas, previó exactamente esta situación hace más de 35 años: "Uno de los métodos usados por los colectivistas para destruir el capitalismo consiste en establecer controles que atan a una industria de pies y manos, haciéndola incapaz de resolver sus problemas, y luego declarar que la libertad ha fracasado y que mayores controles son necesarios".

Estaba claro que esta situación se produciría tarde o temprano. Cuando aceptamos principios irracionales, como el altruismo gubernamental, estamos aceptando que el Estado manipule nuestras vidas basándose en ellos, y es obvio cuál va a ser el resultado. Pero el libre mercado no causa recesiones; el capitalismo puro, el capitalismo "laissez-faire" –es decir, la total separación entre Estado y economía– tiene implícito un mecanismo autorregulador que no permite que las malas decisiones de unos arrastren a los otros. La historia demuestra que sólo las intervenciones del gobierno causan recesiones y crisis como la que estamos sufriendo.

Las pocilgas –mal llamados "Estados del Bienestar"– son ambientes apropiados para los cerdos; las personas responsables, libres, independientes, las personas creativas y productivas no aceptan vivir como cerdos –como animales llamados a ser sacrificados– sino como seres humanos, y lucharán por la libertad y por un mundo racional.

Pero si los cerdos consiguen arrastrarnos hasta revolcarnos con ellos en el fango, nos lo mereceremos... por permitirlo.

Domingo García libertad digital

martes, 1 de junio de 2010

respuesta a la oea y cepal en cuanto a su sugerencia de aumentar poder del estado

La OEA y la Segib apoyan el llamado de la CEPAL a fortalecer el rol del Estado.

Grandes pensadores filósofos y economistas entre ellos los de la escuela austriaca y la de Chicago, han advertido en sin números de oportunidades tanto ahora como en el pasado sobre el peligro de otorgar poderes ilimitados al estado y los gobiernos, y sobre los efectos negativos de su intromisión en los mercados. Grandes ejemplos tenemos con el correr de estos dos últimos siglos sobre tales consecuencias.

El socialismo bien llamado por mises como la doctrina del destruccionismo es el principal arma con la cual los estados se han estado saliendo de sus deberes sagrados y naturales, para tomar control de aquello que le es ajeno y por tanto causar todos estos desastres políticos económicos y sociales.

Como bien lo decía Milton friedman recordando la premisa de adam smith la búsqueda de bienestar personal lógica e inevitablemente conducirá al beneficio social sin que este sea el objetivo del individuo. Si la ecuación la aplicamos de manera inversa afirmaba friedman, la búsqueda de un beneficio social terminara lógica e inevitablemente al beneficio de solo un pequeño grupo dejando a la mayoría por fuera.

Es decir si aplicamos la ecuación de smith al contrario tendremos lógicamente el resultado contrario, por lo tanto si la ecuación de smith resulta en el beneficio para todos los individuos (sociedad) entonces el resultado contrario seria el beneficio para pocos individuos.

Pues bien en el mundo de hoy la ecuación corresponde al modelo contrario expuesto por smith y ese resultado lo llamamos burocracia.

¿Pero quien o quienes generan la burocracia? Pues los estados ilimitados en poder y atribuciones, quienes creen se capaces de controlar el mercado y la vida de cada uno de nosotros alegando el bienestar colectivo.

Pero no solo genera burocracia este estado protector que todo lo sabe y puede genera corrupción y mas allá de la corrupción el crimen desbordado, el alto desempleo, la carencia y escasez de productos, y por consiguiente un alto índice de pobreza y desigualdad entre los ciudadanos.

El intento por parte del estado protector influenciado por el virus del socialismo de controlar los mercados ha originado toda la crisis económica actual, pero lejos de aplicar los correctivos propios al asunto, ha optado por establecer más control y regulación, entonces como dice el dicho es peor el remedio que la misma enfermedad.

No terminan de entender que el verdadero problema esta precisamente en el crecimiento del estado, que este no se fortalece en sus verdaderas funciones sino que se expande absorbiendo funciones que no les son naturales y por tanto no podrá cumplir, son tantas las funciones que asumen que terminan por descuidar las que si les son propia, y no puede mantener el peso de todas a la vez, lo que se traduce en ineficiencia.

La OEA y la Segib apoyan el llamado de la CEPAL a fortalecer el rol del Estado. Yo les pregunto a esos organismos:

¿Acaso apuestan por la opción del totalitarismo? ¿Qué mas poder quieren para el estado?

En Latinoamérica en general el estado mantiene, un control sobre todas las áreas de la sociedad, unas en menor medida que en otras, pero lo tiene. Regulan desde la educación hasta el ultimo caramelo que entre en el país.

Yo les pregunto señores políticos de izquierda y centro izquierda:

¿Que se ha logrado con el control y las regulaciones por parte del estado?

¿Han beneficiado a la sociedad realmente o solo a un pequeño grupo?

¿Acaso el estado no es lo suficientemente grande ya?

Aquellos que piden más poder para el estado son a menudo los mismos que ejercen tal poder. En Latinoamérica en general, este pedido de fortalecer más aun al estado, es sencillamente pedir la implantación del totalitarismo, es lo único que le falta al estado en nuestras naciones.

Termino por invitarles a revisar la historia de nuestros fundadores tales como miranda, Andrés bello, Juan german roscio, Juan bautista Alberdi, y entre muchos otros que defendían precisamente el carácter republicano y defendían constitucionalmente preceptos inalienables. Entre estos destacaba uno muy olvidado hoy en día por ustedes:

LIMITAR LOS PODERES DEL ESTADO SOLO A SUS FUNCIONES BASICAS Y NATURALEZ.

En ningún momento aquellos hombres que comenzaron la empresa de la libertad americana hablaron sobre otorgar poderes ilimitados a los gobiernos y estados.


Joelvin villarreal 01/06/2010.

Cualquier forma de colectivismo y cualquier movimiento que busque "justicia social", conducirá, lógica e inevitablemente, primero a socavar la legalidad de una sociedad y, consecuentemente, a una tiranía. F.A. Hayek (libro camino de servidumbre)