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sábado, 18 de junio de 2016

Breve historia sobre la libertad.

Javier Vargas
Cuando la gente habla de libertad, existen muchas definiciones que puedan darle. Algunos lo consideran un estado de máxima felicidad, otros el poder hacer lo que quieran, otros simplemente la capacidad de cumplir con los requerimientos propios sin ser coartados. La verdad es que la palabra libertad tiene dos significados claros, una forma de comparar cada uno es con el idioma inglés, pues en el inglés libertad se dice “freedom” y se dice “liberty”.

La libertad como “freedom” se refiere al estado natural del ser humano, que por ejemplo es libre de caminar, es libre de emitir sonidos, es libre de respirar.  La libertad como “liberty” corresponde a un estado de la vida del ser humano en una sociedad, pues cuando una sociedad es “libre”, sus habitantes tienen la libertad de decidir la forma en la que desean desarrollar su vida, son libres de votar, libre de opinar lo que deseen sobre cualquier tema, son libres tener la creencia religiosa de su preferencia, etc.

El propósito de éste artículo es describir desde el punto de vista del historicismo fundado por David Hume, el estado de la libertad (liberty) en la Venezuela actual.

Primero debemos aclarar las diferencias entre el historicismo implementado por Hume, y el que implementaron luego Russeau, Hegel y Marx. El historicismo de éstos últimos toma como premisa que la naturaleza del hombre es errática y varia con respecto a las épocas, por lo que la única forma de estudiar al hombre es a través del desarrollo de su conducta la cual se puede apreciar en la historia, a éste historicismo se le denomina historicismo continental. El historicismo de Hume se refiere al estudio de la historia como forma de estudio de la naturaleza del hombre, la cual ha comprobado ser constante a lo largo de las eras, por lo que le permite (al hombre)aprender de los errores de sus antepasados al comprender su propia naturaleza. A éste último le llamaremos historicismo y será el punto de vista focal del presente análisis.

La libertad en nuestro país siempre ha pendido de un delgado hilo, muchas veces, siendo un hilo tan transparente que ni se ve. Puesto que un análisis histórico de la libertad, sólo del gobierno de Chávez es material para un libro, me remitiré a expresar la condición en la cual se encuentra la población venezolana, bajo el régimen tiránico del sucesor ideológico  de Chávez, Nicolás Maduro. Partiré de tres aspectos que considero importantes para caracterizar la situación actual de la sociedad Venezolana, si bien no son todas las causas generadoras, si son las que a mi juicio constituyen las más importantes:

·         A principios de año 2016, el precio del barril de petróleo  bajó abruptamente, generando una disminución significativa del ingreso de la nación, falta que se vio amplificada por la ya bastante desfalcada riqueza del país gracias a los 17 años de políticas populistas y la corrupción generada por el gobierno de Chávez. Desde el año 2015, Venezuela además, posee el más alto nivel de inflación, debido a una irracional y descontrolada imprenta de billetes que ha devaluado en gran medida la moneda del país. Sumadas éstas condiciones a las políticas económicas aplicadas desde el año 2015 las cuales se encargaron de la regulación de los precios de una cantidad de productos, la cual ha generado (como efecto natural de éste tipo de medidas) una escasez de productos básicos, así como un mercado negro paralelo de precios  especulativos.

La primera condición expuesta implica la falta de solvencia en dólares para el estado, el cual además es el único gestor (legal) de dólares en el país, por lo que es el encargado de vender los dólares a las empresas productoras y que estas a su vez puedan realizar la compra de la materia prima necesaria. A falta de dólares para la venta (a precio legal) que se traduciría en producción de bienes para el país, el aparato productivo de las pocas empresas productoras restantes fue mermado en cuestión de menos de un año. Condición que generó además de una incipiente escasez, desempleo y disminución de ingresos para muchos trabajadores Venezolanos. La segunda premisa expuesta, implica que los venezolanos cada vez poseen menos valor absoluto del dinero que ganan, pues al devaluarse la moneda ya no se puede comprar la misma cantidad de bienes con el mismo número de billetes. La última premisa es quizá la que más ha agravado la situación económica del país, pues como primera consecuencia genera escasez de alimentos y medicamentos para la población y su segunda consecuencia es el surgimiento del contrabando el cual implica a un gran número de entes militares que permiten la salida de productos regulados por nuestras fronteras, a cambio de sobornos y muchas veces como negocios propios.

Todas estas consecuencias no pueden llevar si no a la conclusión de un estado paupérrimo del ciudadano común. La pobreza, el hambre y la enfermedad se han vuelto características de un numero mayoritario de ciudadanos, los cuales se ven obligados a vivir muchas veces en la más humillante de las situaciones.

·         La corrupción generada por el sistema de gobierno chavista (castro-comunista más bien), fomentada por la política de centralización de instituciones, la cual confiere un gran poder a quienes se encuentran en la cabeza de la dirigencia. Condición por la cual el ejercicio de las funciones públicas pasó a ser, como llegó a decir Marx, el ejercicio de los intereses propios de los funcionarios públicos. Sumado a la juramentación fuera de todo orden dispuesto en la ley de los magistrados correspondientes del Tribunal Supremo de Justicia, máximo ente judicial del país. Los magistrados fueron designados a voluntad del poder ejecutivo de Maduro. Como último hecho resaltante está la preocupante inacción de la Asamblea Nacional, máximo ente legislador, el cual había sido legitimado mediante elecciones en el año 2015 y la cual está compuesta mayoritariamente por diputados opuestos al régimen.

Consecuencia de ésta situación es el claro irrespeto de las leyes por los mismos funcionarios, los cuales desfalcaron el erario publico, confirieron un aire de ilegalidad a las instituciones, y les dotó del poder para que éstos (las cabezas principales) ejerzan su voluntad a placer. Si además, el ente encargado de velar por el cumplimiento de las leyes  se encuentra parcializado a favor del gobierno y el único poder del estado que muestra una oposición clara al régimen se niega a actuar ejerciendo el poder que tiene conferido, se puede llegar a la clara conclusión de que los ciudadanos no cuentan con instrumento alguno que los proteja de los abusos de poder y acciones despóticas del régimen. Debido al desmoronamiento de las instituciones los sistemas de justicia policiales también se han visto corruptos por el breve poder que poseen sobre el ciudadano civil, lo que ha aumentado significativamente la tase de delincuencia.

·         Finalmente, la última característica se debe a la gran campaña ideologizante creada por el gobierno de Chávez y el marxismo cultural que era enseñado en Venezuela mucho antes del gobierno de Chávez. Las políticas populistas del gobierno, sumada a las campañas poco claras y bastante izquierdistas de la “oposición oficial” las cuales antes que un cambio de sistema solo contemplaban un cambio de régimen, manteniendo muchas de las premisas que habían llevado en primer lugar a la aplastante popularidad de Chávez. Las acciones tomadas por la llamada ”oposición oficial” no han logrado más que legitimar y alargar la estadía (que dada, en cualquier otra parte del mundo ya sería precaria) del régimen chavista en el poder, claro está de ejemplo el camino ciego que implica la realización de un referendo revocatorio utilizando un sistema electoral que está probado que se encuentra sesgado a favor del régimen.

La principal consecuencia de esto es un grave efecto desesperanzador en las personas, pues su única esperanza, personificada en la “oposición oficial” no ha hecho nada por cambiar la situación de los ciudadanos que confían en ellos. Las personas se ven sin salida alguna de la calamidad en la que se encuentran viviendo, por un lado oprimidos por un régimen demagogo y por el otro desalentados por la única opción que tienen la cual es incapaz e ineficiente.

Todas estas características, dan a entender que el nivel de libertad bajo el que vive actualmente el ciudadano venezolano es uno de los más bajos vividos desde hace siglos en su sociedad, quizá equiparado al de la guerra civil que sucedió la división de la gran Colombia, o más aun, comparado al abuso sufrido por los mestizos durante la era colonial venezolana.

Esto se debe a que los ciudadanos no cuentan con la capacidad material de desarrollar sus propios intereses, sino que además deben mendigar la comida. El ciudadano se ve a merced de cualquier cantidad de delitos y abusos de poder bajo los cuales no cuenta con protección alguna más que la que le puedan proporcionar sus propios medios y para completar la suma de sus males, el cuadro político que percibe, que podría sacarlo de ésa situación, es completamente desmoralizador. Las personas en Venezuela están cayendo a un paso espantosamente acelerado en un ambiente totalmente anárquico que les obliga a comportarse como salvajes. Prueba de esto son los saqueos que se ven a la orden del día en cualquier esquina donde una cola de trafico haya tomado por sorpresa a un camión lleno de alimentos o los linchamientos públicos bajo los cuales someten a los delincuentes que atrapan las masas.

Basándome en esta descripción, se puede llegar a la conclusión de que la libertad (liberty), más que un derecho, es un estado y un privilegio de una sociedad. Pues para darse la libertad, debe ser posible al menos el cumplimiento de las leyes, el respeto a la propiedad privada y la capacidad de que un ciudadano pueda buscar su propia felicidad. Sin ésto, la libertad como derecho (mas bien como suma de varios derechos) se convierte en una meta.


miércoles, 8 de junio de 2016

ÉTICA, SEMÁNTICA Y POLÍTICA por Armando Ribas.

Dr. Armando Ribas.
Cuanto más leo sobre la actualidad política en el mundo más  me convenzo que reina la  confusión  universal de la semántica y la ética. Al momento en que el inglés cada día más se convierte  en el Esperanto de las comunicaciones, la semántica política se desdibuja en el propio país que universalizó  el idioma de Shakespeare. O sea el idioma de los Estados Unidos. Por esa razón voy a comenzar por lo que considero la confusión de la semántica política  en el país que sustituyera al Esperanto.

Me voy a referir entonces  a la nominación a la Corte Suprema de la Dra. Sonia Sotomayor. Se valora en este hecho que la misma ha sido la primera hispana nominada para ejercer tan ilustre cargo. Se me ocurre que lo que se debe valorar  no es su origen sino su capacidad y por  sobre todo su consecuencia con la filosofía de los Founding Fathers. Al respecto permítaseme recordar la carta 78 de Hamilton en el federalista, cuya aplicación practica fue llevada a cabo por el juez Marshall en el famoso caso Marbury vs. Madision Allí expreso: “Es el ámbito y el deber de el departamento de justicia el decir que es la ley”. O sea que al role de la Corte Suprema es fundamental para la vigencia del “rule of law” que se puede sintetizar como la limitación del  poder político ( los hombres no son ángeles) y el respeto por los derechos de la minorías (individuales y no humanos))

Pero pasemos entonces a su carácter de “hispanic”. La hispanidad no es una raza como para oponerla a los blancos, definidos aparentemente en Estados Unidos como los WASP. En el mejor de los casos se puede considerar como una cultura,  palabra, igualmente harto confusa pero ni siquiera esa concepción seria válida. Por más que hablemos español, y el inglés sea la segunda lengua, las diferencias entre las culturas de las distintas inmigraciones hispanas pueden ser  en  muchos casos más determinantes que aquellas que pueden existir entre algunos hispanos y los WASP.

No creo que haya algo más diferente que la primera inmigración  cubana con la tradicionalmente económica inmigración mexicana. Si algo no se puede negar es la influencia  que tuviera la inmigración política cubana para hacer de la Florida el 4to Estado de Estados unidos y Miami la capital de América Latina. En esta comparación no estoy haciendo  valorizaciones de superioridad sino de circunstancias. Si los cubanos hubiéramos  sido superiores Fidel Castro no estaría en Cuba. Por su parte la clase dirigente mexicana más allá de deficiencias políticas que pudiéramos anotar no cayó  en la aberración del totalitarismo cubano.

Por razón diversa tampoco hay semejanzas con los puertorriqueños que tienen un estatus especial, que no es  propósito  discutir, con la migración ilegal, que escapa de la pobreza en América Central. Tampoco lo son  las inmigraciones, que por razones  obvias de la distancia, nadie que pretenda trabajar la tierra tiene el dinero para el pasaje, para llegar a Estados Unidos. Creo que los ejemplos citados son más que suficientes para mostrar las diferencias culturales  de la inmigración denominada hispana, y vale recordar que  también hay  cubanos negros, así como no hay argentinos de esa raza.

Pero la problemática mas  importante  entonces es destacar la trascendencia histórica del pensamiento que creara  la civilización en el mundo a la que le debemos la libertad. Los que se oponen a ella ya fueran hispanos o WASP como lo fuera el señor Carter, y no se como calificar a Kennedy, son los que amenazan el curso de la historia en función de una supuesta ética solidaria que parece haberse adueñado del que hacer político en gran parte del mundo. Particularmente en Europa. Esa confusión ética que ya Alberdi tomara conciencia de ella cuando escribió:”el egoísmo bien entendido de los ciudadanos es solo un vicio para el egoísmo de los gobernantes que forman los estados”.

Debo tener en cuenta entonces la diferencia sustancial entre la solidaridad como acción y la solidaridad como presupuesto. El presupuesto de la solidaridad es la concepción opuesta al pensamiento fundamental de los Founding Fathers que toma en cuenta el pensamiento de Hume que dijera: “la naturaleza humana es inmutable, si queremos cambiar los comportamientos debemos cambiar las circunstancias. Si la naturaleza fuere prodiga y los hombre generosos la justicia no tendría razón de ser“. Por lo tanto el presupuesto de la solidaridad no es más que una excusa para el poder político absoluto en nombre de la distribución del ingreso. La consecuencia es la ausencia de seguridad jurídica, pues el que tiene el poder de repartir tiene el poder de quitar y el resultado es mayor  pobreza. El tema era ya conocido por Trasímaco quien dijera que era necesario usar la moral convencional, para tomar al pueblo primero por los oídos y después por la garganta.

Puedo decir entonces que la problemática de los Estados Unidos no se plantea en términos raciales o religiosos y ni siquiera culturales. La semántica política americana también ha colaborado a la confusión reinante al plantear la alternativa política entre conservadores y liberals. El conservadurismo no es una ideología sino una actitud. Es evidente que tanto Stalin como Fidel Castro son los más conservadores del mundo. Peor aun es que el conservadurismo  ha sido considerado como la derecha, que en términos socialistas significa estar a favor de los ricos y por tanto en contra de los pobres. O en términos Marxistas a favor de la explotación del hombre por el hombre.

El otro aspecto de la dicotomía filosófico política de Estados Unidos es la tergiversación del liberalismo. Así llaman “liberals” a los que sostienen ideas de carácter socialista. O sea una mayor intervención del estado. El liberalismo, a diferencia del conservadurismo no es una actitud respecto a la vida, sino una ideología sustentada en el presupuesto de la falibilidad del hombre, y al mismo tiempo del derecho del mismo a la búsqueda de su propia felicidad. Esta concepción ética determina un sistema político  en el que se limita el poder político (Los monarcas también son hombres- Locke) y se garantizan los derechos individuales. La ideología liberal parte igualmente del nominalismo de los universales que por consiguiente no son reales. Así se toma plena conciencia de que el estado, el pueblo no existen como tales. Cuando el pueblo tiene derechos y el estado tiene a su cargo los intereses generales, nos encontramos ante una entelequia. La consecuencia es que los derechos son de los gobernantes que personifican a los estados y por tanto toda oposición al gobierno es estar en contra del pueblo. Por ende podemos decir que el socialismo se basa en una ética antitética al socialismo. 

Esta es la situación que se ha vivido en Europa, donde como ya lo previera Nietzche, socialismo y democracia son conceptos idénticos. La misma situación la padece América Latina cuando no se encuentra en manos de dictadores militares. Así tenemos lo que Jefferson denominara un despotismo electivo. Y esa confusión prevalece en nombre de la  supuesta solidaridad, que como antes expliqué es el presupuesto del poder político absoluto en nombre del pueblo.

Hasta la fecha esa problemática, independientemente de las denominaciones era ajena a las alternativas políticas americanas. El sistema no estaba en juego. La asunción de Obama, a nuestro juicio constituye la primera vez que el sistema al que le debemos la libertad en el mundo y la riqueza de las naciones está en juego y esta peligrosa alternativa no surge ni de los hispanos ni de los afroasiáticos. Ni Kennedy ni Carter fueron hispanos ni negros y fueron los primero en plantear la alternativa que hoy aparentemente se presenta y  no puedo decir a priori que ella se presenta por la nominación a la Corte Suprema a la Dra. Sonia Sotomayor. La Corte Suprema así como tiene la obligación y el derecho de decir que es la ley, debe respetar  la filosofía que garantiza la Constitución  y no la violación de la misma.