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jueves, 30 de agosto de 2018

Occidente vs El terror: Venezuela, de la contención a la intervencion

Joelvin Villarreal

Occidente vs el terror está compuesto por una serie de artículos que pretenden brindar un análisis objetivo de los acontecimientos geopolíticos que afectan al mundo occidental desde la óptica de la crisis venezolana. Es por ello que la recurrencia de los mismos va a depender básicamente de los cambios en las condiciones geopolíticas imperantes, es decir; se hace un análisis y proyección en meses o semanas, y cuando  estos caducan; se lanza el siguiente. Los actuales acontecimientos han precipitado una serie de condiciones geopolíticas que hacen necesario un nuevo análisis y una nueva proyección de escenarios.

En nuestra anterior entrega se plantearon varios escenarios posibles en base las declaraciones de los altos funcionarios del gobierno de los EEUU, y de representantes de muy alto nivel de los países de la región, de los cuales el más probable resulto ser  la necesaria contención del chavismo a través de una serie de medidas de presión económicas y la creación de mecanismos para controlar el flujo de migrantes que ya amenazaba la estabilidad regional.  La intervención militar había perdido fuerza ante otras opciones de presión, a este respecto las declaraciones más importantes fueron las obtenidas a través del asesor de seguridad nacional de los EEUU, John Bolton. 

Este escenario se ha mantenido por algunos meses, y se ha materializado a través de una disposición de ayuda por parte de los EEUU a los migrantes venezolanos que conforman la diáspora sudamericana, además de las medidas recientes en países como Ecuador, las cuales facilitan la movilidad de los venezolanos que llegan a sus fronteras, y la creación en varios países de campamentos de refugiados. 

Sin embargo y a pesar de todo ello, Brasil ya se ha visto saturada, y ven con temor que cada día les es más pesado controlar el orden público en su frontera con Venezuela, en Colombia cada día aumentan los incidentes con venezolanos, e igualmente Perú, que recientemente tuvo que actuar para desmantelar a una banda de criminales organizados importados desde Venezuela. Todo ello ha sido causal para que la Organización de Estados Americanos (OEA) convoque prontamente una sesión extraordinaria para tratar la crisis migratoria venezolana en la región. Son indicativos de que la crisis venezolana se sale de control más rápido de lo proyectado y encuentra a una América latina sin preparación adecuada.  

Las sanciones económicas y las presiones de los acreedores internacionales se han intensificado en estos meses, e incluso han logrado importantes avances en relación al cobro de deuda externa. El patrimonio más comprometido en toda esta situación ha sido la filial venezolana CITGO que opera refinerías y estaciones de servicio en los EEUU. Ante estas circunstancias el régimen venezolano ha decretado una serie de medidas económicas cuyo interés de fondo es poder financiar sus enormes gastos operativos. 

En cuanto a los político militar se ha observado con cuidado desde hace meses una importante movilización militar de los países vecinos de Venezuela hacia las fronteras, que incluso dan la apariencia de estar coordinadas. El régimen venezolano ha respondido a esto movilizando también algunos elementos extras a sus fronteras, e incluso ha hecho incursiones relámpago a su vecina Colombia, en actos que en apariencia son provocaciones pero que, pudiese tratarse de operaciones especiales con fines de inteligencia o ayuda de algún tipo a las guerrillas aliadas que operan en el vecino país y que mantienen importantes zonas de refugio del lado venezolano. 

Por estos días se espera una importante concentración de buques de guerra de varios países en las costas colombianas, esto con el fin de llevar a cabo unas maniobras de ejercicios de seguridad internacional, lo que indica una mayor colaboración de las fuerzas armadas latinas y las de los EEUU.

El discurso belicista, ausente por algunos meses, volvió al escenario internacional, esta vez de dos fuentes que realmente sorprenden:

La primera de ellas, el senador Marco Rubio, quien siempre se había mostrado contrario a una intervención militar de su país en Venezuela, esta vez reafirmo su desacuerdo pero no su oposición por cuanto la crisis venezolana, a su juicio, había escalado a niveles donde ya no había salidas negociadas. Así mismo el senador advirtió que cuando Donald Trump decida intervenir, no lo notificará a nadie.  La declaración de Rubio deja sugiere que el discurso guerrerista volvió con fuerza a Washington. 

La segunda señal que nos indica la escalada del discurso belicista nos proviene de un personaje que precisamente fue el opuesto a la intervención militar de Venezuela en una reunión celebrada el año pasado de manera privada con Donald Trump, me refiero al asesor de seguridad nacional de la casa blanca, John Bolton. Este personaje sostuvo una reunión con Rubio de la cual el senador asumió la posición antes descrita. No hay dudas, en los EEUU ya se toman con seriedad la posibilidad de una pronta intervención militar en Venezuela.

La política norteamericana apoyó el dialogo porque querían demostrar que el régimen venezolano no está dispuesto a negociar, luego promocionó la idea de una insurrección militar interna, para demostrar que no había fuerza militar interna capaz de sacudirse al régimen. Todo ello ha ido forzando a Europa a endurecer su posición con respecto a Venezuela, y por otro lado; forzar a Latinoamérica a aceptar un escenario de necesaria intervención.  El clima geopolítico actual parece favorecer la tesis norteamericana de la intervención humanitaria. 

Todavía queda un elemento por destacar: aún no existe una oposición confiable, medianamente capacitada para sostener el poder luego de la caída del narco estado militar y satánico violador de derechos humanos. Tal vez ese sigue siendo el mayor obstáculo para la liberación de Venezuela. 
Joelvin Villarreal. Cs. Políticas URU.

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