miércoles, 30 de diciembre de 2015

La destrucción del estado federal centralizado ( IV )

Joelvin Villarreal
Nuestro camino a la libertad, y al reencuentro de nuestras raíces como república, pasa inevitablemente por la destrucción del estado federal centralizado que desde 1819 ha sido parte integrante de nuestra sociedad.   Es de nuestro menester como venezolanos reclamar los derechos universales e inalienables que han forjado al hombre libre y civilizado, creador de riquezas de todo tipo desde tiempos inmemoriales, los cuales nos han sido despojados a los ciudadanos por el sucesivo mandato de los caudillos criollos desde la fundación del estado “bolivariano” en 1819[1].

Como bolivariano me refiero, sin duda alguna, al estado constituido por Simón Bolívar en 1819; siendo este su padre y habiéndolo creado de acuerdo a sus intereses, no puedo llamarle de un modo diferente al de “Bolivariano”. Muchos serán los estados creados a partir de allí por Bolívar, cada uno de ellos más autoritarios que los otros, hasta llegar a la convención de Ocaña, la cual disuelve; al declararse abiertamente dictador e imponiendo la tiranía a toda Colombia[2].

Desmitificar a Bolívar, y a cuanto caudillo hiciere daño al gran proyecto continental originario, es el primer paso a dar, para la construcción de una verdadera sociedad libre y prospera. El segundo paso es, deslastrarnos al mismo tiempo de los sofismas económicos que han imperado en nuestra región por herencia del imperio español –el mercantilismo- , o devenidos de las imprentas comunistas y su notable influencia en lo que hubo de llamarse “la generación del 28” – el socialismo-.

Un tercer y definitivo paso debe darse, al término de la necesaria y urgente purga intelectual antes mencionada, y no es otro que la consecución de un nuevo estado a través del proceso constituyente originario: Crear La República Federal Descentralizada De Economía Liberal

La reconciliación nacional es solo posible en la medida que cada región se dé el gobierno que mejor sirva a los intereses ciudadanos, sin procurar esto la separación de territorio nacional, será entonces la muerte definitiva del centralismo castrador; la plena autonomía de las regiones en unión federal republicana. Así mismo, y como consecuencia de lo antes expuesto; surgirán los municipios con el poder y fuerzas suficientes para garantizar a sus ciudadanos los mejores servicios públicos, tan necesarios, y ausentes hoy día.  

Los venezolanos, finalmente serán los dueños de su destino, se harán un país de propietarios al poder comerciar libremente y, con el signo monetario que mejor les convenga para sus negocios, no serán más nunca despojados de la titularidad de sus tierras y lo que haya debajo de ellas. Las puertas del mundo nos serán abiertas.

Desechar la idolatría hacia el estado, representado en un caudillo mesiánico, y olvidar para siempre ese afán económico colectivista; propio del pecado de la envidia y el resentimiento, son suficientes para no caer más nunca en tragedia semejante como la vivida desde 1998.




[1] Constitución decretada por bolívar en 1819
[2] República conformada por los territorios que actualmente hoy ocupan las Repúblicas de Colombia, Ecuador, Panamá y Venezuela. 

@JoelvinRV

No hay comentarios:

Publicar un comentario