lunes, 28 de diciembre de 2015

República Federal de Venezuela ( I )

Joelvin Villarreal.
El origen

La revolución bolivariana solo llegará a su fin tras el advenimiento de un nuevo orden evolucionario, de todo el pensamiento político venezolano, sustentado en las bases del proyecto continental originario que dio vida a la primera República y, abandonado luego tras la imposición del militarismo caudillista durante nuestro proceso independentista; me refiero al ESTADO FEDERAL DESCENTRALIZADO DE ECONOMÍA LIBERAL por el que tanto abogó Miranda y, que finalmente cobraría vida en la primera constitución de la República de Venezuela en 1811 de manos del propio Miranda en conjunto con Juan Germán Roscío, y Cristóbal Mendoza.

Necesario es, abandonar todo sofisma que alimenta la tesis caudillista y la mitología colectivista propias de la Venezuela del siglo XIX y XX, un mal que nos ha traído la más grande desgracia con la que enferma una sociedad confundida: La tiranía.

La idolatría – violatoria al mandamiento de DIOS- se ha hecho parte de nuestra vida cotidiana, aun de manera inconsciente, con respecto a personajes del mundo real o del mundo abstracto, como por ejemplo: actores o artistas diversos, personajes políticos representados como mesías y, el propio estado como ente omnipotente y omnipresente. Todo ello se debe a un proceso educativo estatal de adoctrinamiento, se nos acostumbra desde niños a no cuestionar el orden existente, a seguir la regla porque las masas así lo hacen: Del culto a bolívar surge la idolatría hacia el estado.

Bolívar no fue el padre del estado venezolano, fue más bien su destructor:

La constitución surge como carta magna para dar origen al estado y su relación para con los individuos, es decir; la constitución es la creadora de las instituciones que en conjunto conformarán el cuerpo normativo que limitará las acciones del gobierno frente a los ciudadanos. Es la constitución – de acuerdo a esta definición- la que da origen al estado y no lo contrario, siendo así,  el estado venezolano tiene tres padres fundadores; Miranda, Roscío y Mendoza.

Monteverde logra momentáneamente disolver la naciente República, pero es Bolívar quien la termina de destruir en 1819 al redactar la constitución de un nuevo estado, ya no Republicano –Federal descentralizado- de economía liberal, sino más bien, un estado federal centralizado de economía mercantilista; de facto: Bolivariano.    

Las posteriores Repúblicas y constituciones venezolanas van a mantener esta tradición centralista fundada por bolívar, peor aún, a partir de 1961 nuestras constituciones van a agregar un elemento ideológico socialista a nuestro estado, el cual temo; evolucionará al comunismo[1].

Evitar que las predicciones fatalistas con respecto al advenimiento de un estado comunista llegaren a hacerse de cumplimiento, se hace imperativo rescatar el espíritu político Republicano y económico liberal con el que se fundó Venezuela, un modelo que ha resultado en los procesos históricos posteriores a 1776 exitoso en el mundo, perfectible en sus errores, padre del moderno éxito global en cuanto a tecnologías,  y bienestar de todo tipo.   



[1] El gobierno que preside Nicolás Maduro es, de facto, un régimen comunista, sin embargo; a efectos legales el estado todavía no se ha constituido comunista. Haría falta un nuevo proceso constituyente para fundar dicho estado. 


TWITTER: @JoelvinRV 
INSTAGRAM: @Joelvinv

No hay comentarios:

Publicar un comentario