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En la mente de Padrino López y el Alto Mando Militar, en Apure no hay guerrilleros, sino terroristas que cumplen una agenda de desgaste y desestabilización nacional como paso previo a una intervención limitada de Colombia con lo cuál servir la mesa para invasión de los EE. UU.
Si entendemos como piensan ellos, entenderemos mucho sobre su lenguaje, por ejemplo, el acrónimo (GRIACOLT); y sobre posibles decisiones que nos afecten directamente en el plano doméstico e impacten nuestra vida diaria, por ejemplo, priorizar el combustible para actividad militar
La hipótesis militar venezolana, está enmarcada en dos etapas: La guerra convencional, contra Colombia; y la Guerra asimétrica, contra los EE.UU. Dónde la primera agrede a la revolución luego de un periódo de desestabilización y desgaste a través de grupos armados.
De esta forma se inicia un periodo de guerra convencional; Y luego la segunda, que son los EE. UU, interviene en favor de su socio regional Colombia, iniciando el periodo de Guerra asimétrica.
En tal contexto, lo que ocurre en Apure en este momento, es percibido por los militares como la primera etapa de una agresión de Colombia. Por eso el discurso de Padrino es tán beligerante. En su mente, la revolución ya está en guerra contra la oligarquía.
Vean como el mensaje de Maduro se limita en el tema a simplemente decir: "Tolerancia cero contra estos grupos terroristas". La iniciativa y el desarrollo de la narrativa para tratar esta crisis está en manos de los militares; en cabeza de Padrino López y Remigio Ceballos.
La respuesta política de la Cancillería, está influenciada por esa visión geoestratégica de la FANB, es decir; nos alejamos de una diplomacia de paz y nos acercamos más hacia una diplomacia de guerra.
Si el factor clave, la hegemonía de la visión geopolítica de la FANB en la toma de decisiones del gobierno Bolivariano, continúa predominando, es decir, se mantiene constante; tarde o temprano ocurrirá el choque armado con Colombia.
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Joelvin Villarreal.
Politólogo.