La constitución de la República Bolivariana de Venezuela fundó un
estado, el venezolano, dónde se reconoce una estructura política federal
descentralizada. Esto es, de hecho, una negación absoluta de la realidad
política existente en dicho país. El caso más grave y ejemplarizante lo
constituye la negada participación política del estado Amazonas dentro del
parlamento nacional, órgano que se supone debe constituirse con la
representación de cada entidad federal.
Luego, a partir del 30 de julio del presente año 2017, la situación
política es agravada por el hecho de la imposición, de facto, de un supra poder
constitucional que disolvió la representación federal en Venezuela. El voto soberano es sustituido, a partir de entonces,
por la voluntad general del estado político, y es por ello qué; los
gobernadores no subordinados a dicho poder son inmediatamente destituidos sin
siquiera haber tomado posesión de su cargo.
El leviatán político nacido de la revolución bolivariana borró cualquier
vestigio de republicanismo y, armado con la herramienta de la democracia
popular moderna, ha disuelto el pacto federal que había sido establecido en
dicha constitución. La tiranía, en pleno apogeo, se ha propuesto a echarle mano
a toda riqueza provincial y ha dado inicio a un grosero saqueo frontal de
nuestras regiones. Las provincias, ahora bajo “el protectorado” de los modernos
señores feudales, se han transformado en verdaderos guetos de pobreza, dónde
los ciudadanos; somos presos políticos de la miseria.
Ante todo este panorama, triste y desolador, se nota marcadamente la
ausencia del liderazgo político necesario para revertir tal situación. Es
sumamente preocupante el hecho de la sumisión entreguista de los parlamentos
regionales al centralismo caraqueño. Y aun más preocupante es la falta de
carácter de quienes se asumen “Lideres de oposición” en dichas regiones,
salvando la excepcional actitud de Andrés Velásquez, quien sin embargo; al
igual que a Juan Pablo Guanipa, le faltan esféricas para inmediatamente asumir
la jefatura de sus estados con apoyo de los electores e incluso de la comunidad
internacional. Si los comunistas catalanes han armado tremendo rollo nacional e
internacional, ¿no podría un Juan Pablo Guanipa legítimamente denunciar la
muerte del pacto federal y anunciar una agenda secesionista, hasta tanto se
recupere el estado de derecho en Venezuela? Con más sobradas razones Amazonas y
Bolívar pudiesen anotarse en agendas similares.
Lamentablemente los intereses mercantilistas apostados en la región, y
sumisos también a las prebendas de caracas, secuestrados por las agendas
perversas de las mafias políticas, la falta de valor, y de moral; les impiden
elaborar un planteamiento de empresa semejante. Y es que en Venezuela brillan
por su ausencia los verdaderos empresarios, y sobran los mendigos de dólares a
10, o contraticos fijos con el estado.
La inflación es reina en este ambiente caótico, y nosotros los
ciudadanos somos obligados a pagar productos y servicios al cálculo del dólar paralelo
mientras que nuestros sueldos se cotizan en bolívares devaluados. No hay un
planteamiento de apertura económica que nos permita percibir ganancias en
monedas extranjeras, al menos como mecanismo de defensa ante la inflación. Para
los fabricantes de miseria que nos gobiernan todo mecanismo a favor de nuestra
prosperidad se considera como delito de traición a la patria. Grandes palabras
para quienes nos vendieron a Rusia y a China.
¡Ay del país que llegue a manejar a su pueblo como masa de votantes! Le
dijo Venancio Pulgar a Jorge Sutherland en 1862 durante el bloqueo naval de
caracas a Maracaibo. Es bueno recordar aquellas palabras, en especial por estos
días tan marcados por el electoralismo permanente.
También es bueno recordarle, en especial a los líderes regionales,
aquellas otras palabras con las que finalizaba la proclama independentista de
1863: No más consideraciones, Maracaiberos: la lealtad no nos obliga al
suicidio.
Sin puente, sin aeropuerto, sin puertos, sin derechos económicos, sin
derechos políticos: los zulianos hemos sido enajenados por caracas. Y así mismo
el resto de las provincias ahora convertidas en feudos del virrey de Rusia, Conde
de China, y Marqués de Castro: Maduro.
Padecemos en un lugar dónde alguna vez existió una república llamada
Venezuela la cual hoy ya no existe.
Joelvin Villarreal. Cs Políticas URU
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